El contexto actual sobre los diversos tipos de familias - homosexuales, monoparentales, uniones libres etc.-, desde la perspectiva de la iglesia y la misma sociedad fue expuesto en el Panel Familias y… ¡más familias!, en la Universidad Iberoamericana León.
El panel formó parte del programa de las Jornadas Ignacianas 2015 que tiene como tema central “ Jóvenes y familia”. Los panelistas fueron el padre José Luis Caravias de la Compañía de Jesús; el Doctor Javier Prado Galán S.J., y la Dra. Karina Bárcenas.
La Doctora Bárcenas habló de su investigación sobre los cambios que ha tenido la familia como institución social, “un modelo histórico instituido predominantemente por la iglesia católica y el Estado”.
Mencionó las situaciones que han venido generando un cambio en la concepción de familia: La revolución sociocultural de 1968 y el desarrollo de una cultura global; la secularización religiosa, de la moral y la cultura; el replanteamiento desde el campo científico sobre las formas como se entendían las prácticas heterosexuales; y el movimiento LGTBT, movimiento de liberación homosexual.
Acerca de los matrimonios religiosos entre personas del mismo sexo, refirió que en Estados Unidos se realizan desde 1968 en las iglesias cristianas algunas de las cuales defienden la diversidad sexual; con la llegada de éstas a nuestro país comenzó a darse esta práctica a partir de 1980.
En lo que corresponde al ámbito legal en México, hace 5 años que se permiten los matrimonios entre personas del mismo sexo en el Distrito Federal y compartió las siguientes estadísticas de lo que ha ocurrido en este tiempo:
+ Se han realizado 6 mil matrimonios entre personas del mismo sexo
+ 30% provienen de otros estados
+ 2% se han divorciado
+ 229 mil familias se han formado a raíz de esos enlaces matrimoniales
+172 mil tienen hijos
+ Sólo 52 % de la población apoya estas uniones
La última cifra muestra el trabajo que queda por hacer para lograr una sociedad más incluyente, que respete a las mayorías y minorías, expresó la doctora Bárcenas.
Las familias, una inestabilidad que amenaza con prolongarse
En su turno, el Padre Javier Prado, definió a las familias como una inestabilidad que amenaza con prolongarse. Entre los factores que llevan a esta situación mencionó: la mayor independencia económica de la mujer, la difusión de las ideas feministas, el consumo informativo, la miseria de las masas, entre otros.
Hay nuevas formas de convivencia familiar que nos hacen pensar si la familia tradicional está rebasada por la familia moderna. Entre las nuevas formas de convivencia, citó: los divorciados que se vuelven a casar; los que se divorcian y se regresan al seno familiar de origen; la familia monoparental; las parejas sin vínculo legal o llamadas uniones libres; el matrimonio homosexual etc.
En el tema de la socialización, consideró que no existe hoy una figura que sustituya el papel de la familia, pese a opiniones que consideran que otros factores emergen en ese papel como los diversos medios de comunicación. Comentó el papel que está jugando en “la aldea global” el uso de medios que nos permiten comunicarnos a distancia, pero que genera conflictos de comunicación con quienes tenemos cerca. “El amor a distancia se impone sobre el amor y la cercanía familiar”.
Recalcó “la comunicación es toral, estamos inmersos en una cultura narcisista, individualista que favorece la autosatisfacción, en detrimento de los intereses comunitarios. Entonces la cultura narcisista distorsiona la comunicación profunda en el seno de la familia”, consideró.
Para terminar recordó a André Gide, quien dijo “familia te odio”, eran tiempos en los que se le consideraba un estorbo para avanzar como persona; en opinión del padre Prado “la familia debe ser el lugar del amor, pero sabemos que en muchas ocasiones es el territorio de las fobias más destructivas” … y dejó como tarea la pregunta, ¿podríamos cambiarlo por familia te amo?.
¡Decir que tenemos que corregir a los homosexuales, es monstruoso!
En su turno, el padre jesuita José Luis Caravias se refirió al tema de la homosexualidad. De inicio rechazó que en la biblia se condene esta condición. Precisó que el texto no condena la homosexualidad tal y como la conocemos hoy, porque de acuerdo a San Pablo la homosexualidad se daba como una consecuencia de dominio, de poder a una persona indefensa, sometida y eso es lo que la biblia rechazó en su momento.
El padre Caravias, con amplia trayectoria en el trabajo con los sectores más desfavorecidos del Paraguay, expresó la necesidad de quitarle a las personas atraídas por el mismo sexo el complejo de que Dios está enojado con ellos o ellas.
Consideró que “decir que tenemos que corregir a los homosexuales, es monstruoso”. En su amplia experiencia en orientación a matrimonios conflictivos, afirma que el elemento clave está en entender las diferencias y complementarse.
A pregunta expresa del público asistente al panel acerca de si el divorcio tiene cabida en la iglesia, recordó que sí hay divorcios dentro de la iglesia católica, y en su opinión personal “donde hay amor, está Dios, y si lo que hay es un infierno, que se separen”.
Al cierre del panel, se hizo hincapié en la necesidad de que, más que complementariedad dentro de las parejas debe haber una reciprocidad, “en la reciprocidad caben las diferencias en la complementariedad no” señaló el padre Prado.