La Universidad Iberoamericana León fue sede de la presentación del Informe Final del Mecanismo para la Verdad y el Esclarecimiento Histórico (MEH), documento cuya investigación busca esclarecer las violaciones a los derechos humanos cometidas por el Estado mexicano entre 1965 y 1990 contra diversos grupos, comunidades y pueblos.
‘Fue el Estado’ es el título del Informe del MEH, uno de los cinco mecanismos que conforman la Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico y el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos Cometidas de 1965 a 1990 (CoVEH). El MEH está integrado por personas independientes, expertas y con trayectorias relacionadas con el esclarecimiento de la verdad, la memoria, la justicia y la lucha por los derechos humanos en México.
El Informe fue presentado por los comisionados del MEH: Mtro. David Fernández Dávalos Valencia SJ, Dr. Carlos A. Pérez Ricart y Lic. Abel Barrera Hernández. Participaron con sus comentarios sobre la obra, el rector de la Ibero León, Mtro. Luis Alfonso González Valencia SJ; y el Dr. Fabrizio Lorusso, académico e investigador de esta Casa de Estudios.
Los investigadores reportaron 8,594 víctimas de violaciones graves de derechos humanos, quienes sufrieron desde detenciones arbitrarias o prisión por motivos políticos, hasta tortura, tortura sexual o exilio. Asimismo, 46 masacres de control territorial, criminalización, combate al narcotráfico, religiosas, de periodistas, entre otros motivos o contextos.
‘Fue el Estado’ también da cuenta de que en el país hubo en ese periodo 123,034 víctimas identificadas de desplazamiento forzado y 517 de desaparición forzada. Además, arrojó una lista de 591 perpetradores identificados con nombre y 59 responsables institucionales de violaciones graves de derechos humanos.
El Informe enuncia las herramientas y fuentes de información claves para el trabajo de esclarecimiento, como las voces de las víctimas, personas sobrevivientes y familiares, así como documentos de instituciones de seguridad, principalmente.
Al final integra 142 recomendaciones hechas a 22 autoridades, entre las que destacan, en el rubro de ‘Memoria y no repetición’: Disculpa pública y reconocimiento de responsabilidad del Estado, la creación de un Centro Nacional de Memorias para los Derechos Humanos, el cambio de nomenclatura de espacios y públicos y vialidades, la creación de comisiones de la verdad en el ámbito local y para periodos posteriores.
Acerca de ‘Víctimas y recomendaciones’, el Informe señala: Desaparecer la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y la creación de un nuevo organismo de atención de víctimas, la reparación del daño y reconocimiento de la calidad de víctima, la publicación del nombre de las y los periodistas víctimas, y la creación de una Ley General para una vida libre de violencia de las personas de la diversidad sexual.
También propone una Fiscalía Especial de Investigación de Delitos Sociales y Políticos del Pasado con recursos suficientes, jueces especializados en casos de violencia política, la creación de un Consejo Asesor contra la impunidad y la revisión legislativa de los códigos penales federal y de disciplina militar.
El Informe es un diálogo constante entre pasado, presente y futuro, calificó el doctor Fabrizio Lorusso. Permite, dijo, “tejer hechos y palabra, imágenes y documentos en un horizonte de sentido coherente que nos permite entender, interpretar y empatizar esto para abonar a la no repetición de crímenes, inaugurar caminos de sanación de las heridas sociales heredadas y persistentes”.
Manifestó que las recomendaciones y medidas consecuentes del Informe deben estar en el debate público y detonar procesos de justicia transicional. El Informe brinda un “marco de entendimiento” que se puede aprovechar desde la universidad, el periodismo, la política y la militancia, desde distintas disciplinas y enfoques.
El doctor Pérez Ricart manifestó que a pesar de que el Informe no es reconocido por el gobierno, es de utilidad en la construcción de la cultura de derechos humanos; es preciso que lo retomen organizaciones y comisiones de la verdad, porque informes como el de este tipo, son vectores de organización. “Es un producto que no ha finalizado su proceso de existir (…) Estoy convencido de que la transformación y la cultura en derechos humanos es hacia afuera y hacia adentro del gobierno”.
El rector de la Ibero León destacó en su intervención el esfuerzo colectivo que supone la creación del Informe, su importancia radica en que pone en el centro a las víctimas. Agregó: “Es un testimonio vivo de la lucha perseverante y la búsqueda incansable de cientos de madres, padres, esposos, hijos, amigos, maestros y familiares por esclarecer la verdad, por alcanzar la justicia y recuperar la memoria de aquellos a quienes les han arrebatado sus vidas”.
No solo es un registro del dolor, manifestó el padre rector; es un símbolo de perseverancia y resistencia. Cada palabra narrada en el Informe dijo, resuena con la determinación de reconstruir el pasado, pero con la esperanza puesta en el futuro, donde sean posibles la verdad, la paz y la reconciliación.
Nuestra Universidad, destacó, “siente como suya la responsabilidad de difundir las conclusiones y recomendaciones de este informe, fomentando un entendimiento comunitario y crítico del mismo”. Manifestó su deseo de que nuestras y nuestros estudiantes, docentes y personal puedan tener un mejor conocimiento de nuestra historia reciente para que puedan, por tanto, planear, pensar y educar por y para la paz. “Aprender del pasado nos permitirá construir un futuro donde la violencia, la impunidad y el silencio no terminen por definir nuestra identidad como nación”.
Nuestra comunidad universitaria expresó su reconocimiento y agradecimiento al trabajo de los comisionados Mtro. David Fernández Dávalos S.J.; Dr. Carlos A. Pérez Ricart y Lic. Abel Barrera Hernández y a todo el equipo de investigadores que participaron en este informe.
Les invitamos a conocer el informe: https://www.meh.org.mx/especial-informe-final/
