León.- Gto.- Alumnos de la Ibero León vivieron e hicieron suya la defensa de los derechos humanos de los pueblos indígenas en Chiapas.
Durante dos meses, Eduardo Lara Castillo, estudiante de derecho del 9º semestre; José Alfonso Lamadrid, estudiante Ingeniería Civil del 7º semestre; Cinthya Alvarado Rivera, recién egresada de derecho de la Ibero León y Jorge Sahagún alumno de Derecho en 7º semestre; realizaron su servicio social y profesional en el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas A.C .
Frayba, como también se le conoce, es una Organización Civil sin fines de lucro, fundada en 1989 por iniciativa de Samuel Ruiz García, obispo católico de la Diócesis de San Cristóbal de Las Casas. Trabaja por la defensa y promoción de los Derechos Humanos, especialmente de los Pueblos y comunidades indígenas en el estado de Chiapas, México (sic).
La organización “atiende, documenta y litiga violaciones a los Derechos Humanos en el estado de Chiapas, particularmente en el territorio indígena, con interés especial en los temas de Ejecuciones, Tortura, Detenciones Arbitrarias, Desapariciones y Desplazamiento Forzado”.
Como parte del Servicio Social de Inserción, los alumnos de la Ibero León eligieron participar en este trabajo, durante dos meses, en dónde fueron testigos y partícipes de la labor de ésta organización.
Participaron en actividades como: el seguimiento a los casos de violaciones, seguimiento en juzgados, elaboración de documentos de medidas precautorias ante la corte interamericana de derechos humanos, que sirve de insumo para emitir medidas precautorias al estado mexicano… entre otras.
Trabajaron también en campo: participaron en brigadas de inspección para dar testimonio de las condiciones de vida de los indígenas. Así, les tocó conocer de las amenazas, desplazamientos forzados, agresiones físicas, violaciones, despojos, daños patrimoniales (quema de milpas, de sus propiedades) de las que son objeto los pueblos indígenas.
Fueron ocho semanas que bastaron para reforzar su interés en la defensa de los derechos humanos, pero sobre todo les dejó una visión de compromiso como personas y como profesionistas con su entorno, con la sociedad.
Eduardo Lara concluye que “lo primero es apreciar lo que tenemos, darnos cuenta lo privilegiados que somos, porque en México no todos somos iguales, porque no hay oportunidades iguales para todos”. Comparte la idea de que pequeñas personas, en pequeños lugares, haciendo pequeñas cosas, pueden cambiar al mundo “y yo creo que desde nuestro microcosmos podemos impactar, podemos comenzar a cambiar”. Esa forma de pensar la aplicará en su desempeño profesional, compromete.
“Ahora que lo viví, me comprometo muchísimo con la causa, con este proyecto de construir una sociedad nueva que tienen los compañeros zapatistas y en general las organizaciones que han decidido apostar por un tipo de vida diferente, eso en lo personal; pero en lo profesional, me cambiaron el concepto que tenía de trabajo”, destacó José Alfonso Lamadrid.
“Me quedo con su manera de ver el mundo de que todos somos comunidad y todos podemos cambiar”, expresa Cinthya Alvarado recién graduada de esta universidad. A ella le impresionó la capacidad que tienen los indígenas de mantener sus ideales pese a las adversidades, ahora piensa que como abogada puede impactar, cambiar su entorno, y con eso abonar para tener una mejor sociedad.
“Muchos hermanos de distintos lados con un solo corazón”, son las palabras que les dijeron y que se trajeron de la vivencia en Frayba, de San Cristóbal de las Casas.