Miércoles 22 de junio; León, Gto.- Autoridades del Sistema Universitario Jesuita SUJ rinden homenaje a los sacerdotes Javier Campos Morales S.J. y Joaquín Cesar Mora Salazar S.J., asesinados en Cerocahui, Chihuahua.
En el marco de la Reunión Anual del Sistema Universitario Jesuita que tiene sede en esta ciudad, honramos por medio de una Celebración Eucarística Concelebrada y del Panel "Justicia con paz y reconciliación” la memoria de los padres Javier y Joaquín. Ambas actividades fueron presididas por Rectores de las universidades jesuitas del país.
En el inicio de la jornada se pronunció la Mtra. Lorena Giacoman Arratia, asistente de Educación de la Compañía de Jesús, quien se refirió a los sacerdotes como dos personas que supieron hacer el bien. Lo sucedido en Cerocahui –aseguró– refleja la violencia instalada en México, la fractura del tejido social y la desdicha de quienes haciendo el bien son víctimas de la delincuencia organizada.
En la homilía, el Mtro. Luis Alfonso González Valencia S.J., rector de la Ibero León, expresó que los hechos de violencia no pueden concluir con el amor grande y fuerte de Dios. "Ni las tribulaciones, ni la violencia, ni los asesinatos, ni la descomposición del tejido nos pueden apartar de ese gran amor de Dios que ha hecho que estos dos hombres dedicaran su vida a los más desprotegidos en la Sierra Tarahumara”.
El rector de la Ibero Ciudad de México, Dr. Luis Arriaga Valenzuela S.J., expresó lo difícil que es ser optimistas en tiempos de desesperanza. "Esperar es una apuesta de largo aliento; en la Compañía la espera siempre es activa, esperamos como todos la parusía, pero celebramos también la revelación en su totalidad (…) Esperar en medio de la alegría es más fácil, esperar en medio del dolor lo modifica todo”.
El padre Ismael Bárcenas Orozco S.J., director general Educativo de la Ibero Torreón, compartió que como universidades confiadas a la Compañía de Jesús es apremiante entender las realidades. Dijo que los criminales cometen sus actos en pleno conocimiento de la impunidad que prevalece en México.
"Nuestras autoridades –y en esto han desfilado todos los partidos, tanto siendo oposición como gobernantes elegidos– no saben, no entienden, no quieren, no tienen la voluntad. No pueden ante el crimen organizado. No saben, no tienen la inteligencia, no se dan cuenta que no se dan cuenta (…) Ese es el drama por el que también estamos pasando en nuestro país. A parte del cáncer de la violencia del narcotráfico, es esta incapacidad de no entender”.
Panel "Justicia con paz y reconciliación”
Posterior a la Eucaristía, se llevó a cabo en esta Casa de Estudios un panel en el que participaron: el Dr. Alexander Paul Zatyrka Pacheco S.J., rector del ITESO; el Mtro. Mario Ernesto Patrón Sánchez, rector de Ibero Puebla; el Mtro. Juan Luis Hernández Avendaño, rector de Ibero Torreón; el Dr. Luis Arriaga Valenzuela S.J., rector de Ibero Ciudad de México; el Dr. Oscar Arturo Castro Soto, director general del TUVCH; el Dr. Francisco Morfín Otero, director del ISIA; el Mtro. Florentino Badial Hernández, director general de Ibero Tijuana y el Mtro. Luis Alfonso González Valencia S.J., rector de Ibero León.
Con el rector de la Ibero Puebla como moderador, analizaron diferentes perspectivas respecto a la violencia instalada y sistemática que padece la sociedad en México. "Los asesinatos de los jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora ocurren en el marco de una dinámica de violencia exacerbada a lo largo de nuestro país que lastima y condiciona diariamente la vida de nuestra sociedad. Y pone en evidencia la ineficacia de la política de seguridad del Estado en todos sus niveles, pero también la profunda crisis del modelo civilizatorio en el que se arraiga la discordia”, aseguró Patrón Sánchez.
Añadió: "Nos unimos a las voces que exigen a las autoridades que cumplan con sus responsabilidades para garantizar verdad, justicia y reparación para todas las víctimas de la violencia en nuestro país. Y procurar condiciones de seguridad y dignidad para toda la población”.
El Mtro. Florentino Badial Hernández, director general de la Ibero Tijuana, compartió que las universidades jesuitas tienen la misión de colaborar con la construcción de un mundo donde imperen la paz, la justicia y la reconciliación de la mano de las y los jóvenes que sueñan con un mundo mejor.
Añadió: "Desde nuestra vocación educativa y académica, nos compete preguntarnos sobre las causas profundas y estructurales de la violencia en nuestro país y en el mundo. No podemos olvidar que detrás de éstas y otras tantas muertes, hay una red de complicidades y de corrupción que crecen como la mala hierba en un contexto de pobreza y de crisis del Estado de derecho”.
Por su parte, el rector del ITESO, Dr. Alexander Paul Zatyrka Pacheco S.J., reflexionó en torno a que el crimen de los sacerdotes jesuitas y de Pedro Palma no debe quedarse en la anécdota; animó a que el martirio de los sacerdotes sea reflejo de tantas víctimas cuyas libertades, dignidad y sentido de vida son arrebatados.
"Ha aparecido en todo lo que hemos leído en estos días desde la tragedia que nos une ahora las críticas sistemáticas a la pobre respuesta por parte de las autoridades de todos los niveles. La manera en que se tiran la pelota y se culpan unos a otros. Es evidente que a futuro estos colectivos políticos no van a actuar si no hay suficiente presión de la sociedad civil. No podemos seguir esperando a que estas agrupaciones políticas tomen conciencia y se pongan a actuar”, aseguró Zatyrka Pacheco.
En ese mismo sentido se pronunció el Dr. Óscar Arturo Castro Soto, director general del Tecnológico Universitario del Valle de Chalco (TUVCH), destacó la importancia de visualizar los motivos de los actos de violencia y por qué el gobierno tiene una posición tibia en el abordaje del tema de la seguridad.
Aseguró que los gobiernos en turno heredaron la penetración del crimen organizado en la vida cotidiana de las personas; a los campesinos los coaccionan a sembrar droga, a las juventudes a venderla y a consumirla. Sin embargo –dijo– dicha penetración en la cotidianidad no se solucionará con una política social de corte universal dirigida. "Es moneda que no compite con esa coacción que está puesta en los diferentes contextos en donde vive la gente más pobre de este país”.
El Mtro. Juan Luis Hernández Avendaño, rector de Ibero Torreón, fue claro en asegurar que vivimos un Estado fallido: "Cuando el Estado no tiene control territorial y permite que grupos armados privados lo controle, a eso le llamamos Estado fallido; y tiene muchos años que desgraciadamente en México el territorio, los barrios, las colonias, los pueblos están siendo controlados por algún cartel, grande o pequeño, y el Estado está ausente”.
En su intervención, el rector de Ibero Puebla, Mtro. Mario Ernesto Patrón Sánchez, se sumó a la exigencia de verdad, justicia y reparación. Animó a que como sociedad no normalicemos la violencia.
"Somos un país de víctimas de la violencia: Más de 100 mil personas desaparecidas, más de 300 mil víctimas letales de homicidio doloso a causa de la mal llamada ‘guerra contra el crimen organizado’, más de 250 mil personas víctimas del desplazamiento forzado en nuestra país. Somos un país de víctimas y el llamado frente a una institucionalidad débil, corrompida y omisa, es a la organización social”.
Se concluyó que como universidades seguiremos poniendo al servicio de la sociedad y del poder público nuestro acervo intelectual y de experiencia institucional en la construcción de propuestas. "Nos sumamos al reto de país desde la perspectiva de que nuestras universidades son ágora de discusión y de construcción de acuerdos, no de polarización política ni de crispación social”.