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Por su contribución excepcional en el ámbito de la cultura y las artes, así como por su trayectoria artística y humana, el Consejo de Educación Superior del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) otorgó el Doctorado Honoris Causa al pintor, grabador, escultor y diseñador gráfico Vicente Rojo, durante una ceremonia celebrada en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
"Su obra escultórica y pictórica refleja la densidad sustancial del México moderno visto desde la mirada extrañada de quien por voluntad decide radicar su destino a estas tierras y a esta luz. Referente del diseño gráfico y editorial entendido como apropiación inconforme de una realidad por transformar en la mejor expresión de la capacidad humana, posición de gran cercanía con la misión de las universidades jesuitas de nuestro país", detalla el acta oficial de concesión del Honoris.
El Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la IBERO CDMX·Tijuana, a nombre de las instituciones académicas que forman el SUJ, confirió el grado de Honoris Causa al artista y le colocó la beca y la medalla con la leyenda Tradidit Deus mundum disputationi (Dios puso al mundo para ser pensado). Tras rendir protesta, se le entregó el diploma al nuevo doctor y el reconocido firmó el libro de honor.
"Vicente Rojo, te admito e incorporo al colegio de Doctores de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México y de las universidades que confieren este reconocimiento, con todos los honores, libertades, exenciones y privilegios de que gozan y pueden gozar los demás doctores en nuestra institución y en cualquier lugar del orbe", leyó el Padre Fernández Dávalos.
VICENTE ROJO, UN RENOVADOR DE LA CULTURA
El Dr. Luis Arriaga, S. J., Rector del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), como representante del SUJ, afirmó que Vicente Rojo fue un "protagonista muy señalado del proceso que permitió la eclosión de las nuevas generaciones de artistas que habrían de renovar el panorama cultural de un país cada vez más plural, más joven y dinámico".
Enfatizó que el aporte de Rojo (Barcelona, 1932) radica en sus "obras capaces de hacer oír voces que no fueran sólo las del nacionalismo revolucionario, tan útiles en su momento, pero ya incapaces de dar cuenta de nuestra efervescente diversidad. Vicente Rojo revolucionó el arte mexicano, vinculó los desarrollos técnicos de su tiempo con la esencia del diseño y ha sabido compartir todo esto con quienes ha vivido tantas aventuras creativas".
Arriaga Valenzuela recordó que las universidades mexicanas de la Compañía de Jesús acompañaron el movimiento de renovación impulsado por Vicente Rojo y sus contemporáneos, al fundar las escuelas de Historia de Arte y de Comunicación, que fueron pioneras en el país.
"En compañía de las de Diseño y Arquitectura, esas nuevas propuestas pedagógicas fueron la expresión de la voluntad de adaptar la tradición educativa humanista conservada en los juniorados donde se habían formado los escolares jesuitas desde el siglo 16, a los nuevos paradigmas culturales de las sociedades del siglo XX".
El vínculo que guarda la labor de Vicente Rojo, a quien calificó como "maestro en el sentido más amplio sentido", con las universidades jesuitas tiene que ver con un trabajo educativo que permanece abierto a discusión crítica y que pueda ser trasladado efectivamente a la práctica.
Para las universidades de la Compañía de Jesús, el reconocimiento a Vicente Rojo y su obra es un estímulo "para recordar el papel fundamental que están llamados a desempeñar los lenguajes estéticos en la construcción de las nuevas matrices de integración, concordia y reconciliación que nuestro país demanda con urgencia".
UN HOMBRE PREOCUPADO POR LA SOCIEDAD
La Dra. Gloria María Prado Garduño, académica del Departamento de Letras de la IBERO CDMX y madrina del ahora Doctor Honoris Causa, Vicente Rojo, señaló que su obra, "la del diseñador gráfico y la del pintor, escultor y escritor, van a tener siempre presente esa preocupación social. Su inscripción en el periodismo cultural y la participación constante en éste durante largas décadas, le posibilitan ejercer una incidencia social significativa".
Refirió que ha estado presente y formando parte de proyectos importantes como la creación de la Editorial Era, que ha publicado obras de escritores mexicanos y cuyas portadas Rojo diseñó, del mismo modo que en la fundación del periódico La Jornada, lo que demuestra su interés por difundir la cultura.
Sobre el gusto por hacer coincidir las contradicciones, la Dra. Prado Garduño comentó la forma en la que juega con la pintura y el diseño gráfico, cómo transita entre estas disciplinas que va de la parte más artística a la de crítica social y la subversión explícita. "El arte le provoca una suerte de religiosidad, lo emociona, le provoca sentimientos intensos. El diseño gráfico se reviste de una función social específica".
Su pasión por ‘generar pensamiento’, lo ha llevado a incursionar además en la literatura infantil y juvenil, y el cine; siempre con el objetivo de difundir esa cultura abierta "a la disidencia, a la subversión, a los cambios sociales, a la diferencia y a la inclusión, a la justicia social y a la libertad, en la que la imaginación haga posibles las utopías y la esperanza de un mundo mejor".
Recalcó que Vicente Rojo ha unido su pasión por la belleza en las artes plásticas y su maestría en el diseño gráfico a una propuesta de esperanza, libertad y justicia, que lleve a la construcción de utopías, ideales y acciones que coinciden totalmente con los principios de la Compañía de Jesús.
OBRA DE VICENTE NOS MOTIVARÁ A NO PERDER LA ESPERANZA
En la gratulatoria en honor al artista por su investidura e inclusión al colegio de profesores del SUJ, el Mtro. David Fernández señaló que se puede sintetizar y significar en una palabra: afinidad en la persona de Vicente Rojo y su obra, donde "encontramos una síntesis de los valores últimos de nuestras universidades concebidas como espacios creadores, innovadores y transformadores de la sociedad.
"La afinidad mayúscula por el carácter que deja su obra y la resonancia que tiene con los valores de nuestra universidad, la señaló en dos conceptos: uno, la primacía de la realidad, y segundo, en palabras mismas de don Vicente, en la contradicción que involucra toda obra creativa. La obra de Vicente Rojo se fundamenta en el principio de la primacía de la realidad y no de las ideas".
El Rector de la IBERO Ciudad de México y de la IBERO Tijuana apuntó que la realidad es el "punto de partida de nuestra labor como universitarios, con ella y desde ella, parte nuestra vocación. La realidad fundamenta nuestra docencia, promueve nuestra investigación y posibilita la vinculación con otros actores. Como sabemos, la misión de una universidad de la Compañía de Jesús no es promover el conocimiento por el conocimiento, sino transformar la realidad con vistas a continuar la creación de un mundo más justo, más humano y pacífico".
Llamó a renovar la esperanza en nuestro país, en estos tiempos de cambio, de incertidumbre de futuro, que la esperanza sea nuestro destino y el amor nuestra fuerza. El legado de Vicente Rojo perdurará en el tiempo y siempre nos recordará y motivará a no perder la ilusión y a mantenernos en la esperanza.
A la ceremonia de investidura asistieron: Bárbara Jacobs, esposa de Vicente Rojo; Mtro. David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la IBERO CDMX·Tijuana; Dr. Luis Arriaga Valenzuela S. J., Rector del ITESO; y el Mtro. Felipe Espinosa Torres, S. J., Rector de la IBERO León.
Además, estuvieron presentes el Dr. Guillermo Prieto Salinas, S. J., Rector de la IBERO Torreón; el Dr. Óscar Castro Soto, Director General del TUV Chalco; y en representación del Dr. Fernando Fernández Font, S. J., Rector de la IBERO Puebla, asistió el Dr. Francisco Valverde Díaz de León.