¿Cómo influirán en el futuro los distintos hechos ocurridos en la segunda mitad del Siglo XX en cuanto a Derecho Constitucional? Este tema fue abordado por el Mtro. Cuauhtémoc Manuel De Dienheim Barriguete en la clase maestra virtual que la Universidad Iberoamericana León desarrolló a través del Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades.
El académico imparte la materia de Derecho Constitucional Comparado en la Maestría de Derecho Constitucional y Amparo de la Ibero León, y ha colaborado con instituciones y organizaciones nacionales e internacionales en proyectos relacionados con temas de Derechos Humanos.
Su clase fue titulada ‘Tendencias y retos del Constitucionalismo en el Siglo XXI’ y dedicó la parte inicial para hablar del contexto del que provienen las tendencias planteadas, puesto que mencionó que la constitución tanto en su sentido material como conjunto de normas jurídicas que organizan a los países (como ley fundamental, suprema o básica), está vinculada a la realidad social.
"No podemos ver la constitución como una ley más, que solamente se desarrolla en el ámbito jurídico, sabemos que tiene impacto y desarrollo en el ámbito político, social, económico, cultural, de los estados”.
Insertados en ese marco, habló acerca de hechos como la creación de la ONU, de organizaciones regionales similares como el Consejo de Europa, la OEA y la Unión Africana; así como de entidades que iniciaron como alianzas comerciales y terminaron siendo organizaciones más complejas como la Unión Europea.
"Vimos cómo se crearon muchos países a lo largo del mundo, lo cual obedece a procesos de descolonización como el que se dio en África. Cuando terminó la II Guerra Mundial, en África había 3 o 4 países independientes, hoy tiene 55. Esto complejizó el mundo, porque al momento de la creación de la ONU, en el mundo había alrededor de 50 países, hoy en día tenemos 193 que son miembro y algunos otros que no están dentro de la ONU”.
Habló de la caída de dictaduras, como fue el caso de la desintegración de la Unión Soviética. Dijo que la reestructuración de los estados, la división de algunos, la reunificación de otros y la creación de nuevos países, implicó un proceso de ‘constitucionalización’, o ‘re-constitucionalización’ que trajo profundas reformas y nuevas constituciones.
Explicó que "de 1980 en adelante, más de la mitad de los países del mundo han tenido nuevas constituciones; en América Latina, en 20 países se han dado nuevas constituciones, algunos más de una vez”. A lo anterior, habría que sumarle –dijo– las reformas parciales que han tenido.
Habló de que el capitalismo se exacerbó en estos últimos 70 años y se volvió más poderoso, lo cual dio origen a los llamados poderes salvajes del mercado: Grandes corporaciones a nivel mundial que llegan a tener más poder e ingresos que incluso los países. En ese contexto, aseguró que la industrialización ha generado crisis climática.
Expresó que si bien en la segunda mitad del Siglo XX no tuvimos guerras de orden mundial, hemos atestiguado actos terroristas, conflictos e invasiones, y que los estados se han visto rebasados ante problemáticas como la COVID-19. Lo sucedido en esa época continúa con algunos matices en lo que va del Siglo XXI y originó las tendencias y retos que presentó el maestro De Dienheim Barriguete.
Tendencias del Constitucionalismo
- La nueva realidad entre derecho público y derecho privado, donde la separación tajante entre ambos se va diluyendo.
- Mayor búsqueda de democracia; las dictaduras y los estados autoritarios provocaron muchas pérdidas humanas y sufrimiento, lo cual generó una tendencia hacia la democratización de los países involucrados.
- Una nueva organización del poder y de los órganos del estado. A lo que se conoce como organización tripartita de poderes se han añadido los llamados órganos constitucionales autónomos.
Retos del Derecho Constitucional
El Mtro. Cuauhtémoc Manuel De Dienheim Barriguete concluyó que la constitución debe ser un instrumento eficaz tanto para la consecución de la democracia como para el cumplimiento real y efectivo de los derechos fundamentales. Dijo que no debe ser un instrumento al servicio del poder, lo cual llega a ocurrir en dictaduras o gobiernos autoritarios.
"La constitución debe ser un límite y un medio de control o de continencia del poder, pero debe ser real, e implica consolidar y fortalecer las instituciones; acortar la distancia entre lo que dice el texto constitucional y lo que ocurre en la vida cotidiana, porque lo que se llama divergencia de óptica constitucional es una patología”.
Finalmente, expresó que es importante pasar de tener constitución a vivir en constitución, generar un sentimiento constitucional en la sociedad y crear una cultura al respecto. Consideró apremiante que se identifiquen claramente los fines y valores que establece la constitución, que la sociedad se identifique con ellos y que exijan su cumplimiento. "Para lograr esto, hay que poner bastante atención en su defensa a través de distintos mecanismos, puede ser la justicia constitucional, los tribunales y mecanismos no jurisdiccionales. O incluso, como señalan algunos autores, a través de mecanismos como la resistencia ante la opresión, ante regímenes que pretendan cambiar los fundamentos importantes de la constitución”.