
La Universidad Iberoamericana León recibió el Distintivo Buenas Prácticas Ambientales que otorga la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del estado de Guanajuato (PAOT). Este distintivo reconoce la participación y responsabilidad de la sociedad en mejorar el desempeño ambiental y disminuir impactos a los efectos del cambio climático.
La ceremonia de entrega se realizó el 2 de septiembre en la Sala Ignacio Ellacuría, estuvo presidida por la Mtra. Karina Padilla Ávila, titular de la PAOT; el director general de Administración y Finanzas de la Ibero León, Dr. Luis Fernando Padilla Jiménez; y nuestro rector, Mtro. Luis Alfonso González Valencia, S.J.
El distintivo representa un conjunto de acciones o actividades que permiten la reducción en el uso de recursos naturales, como la energía, agua, generación de residuos, riesgos ambientales, consumo de recursos y materias primas.
En su mensaje, la procuradora destacó algunas de las acciones implementadas por nuestra Casa de Estudios: se utilizaron luminarias de alta eficiencia y se incluyeron elementos arquitectónicos que permiten el ahorro. Esto derivó en que se redujera el consumo de 3,087 kilowatts hora; el equivalente a 1,352 kilogramos de CO2 anuales.
Si no se hubieran realizado esas buenas prácticas, para compensar el impacto ambiental hubiera sido necesario plantar 761 acacias, ejemplificó la funcionaria. Asimismo, se evitó que 2,741 kilogramos de residuos fueran destinados al relleno sanitario.
“Lo importante es que el tema del cuidado del medioambiente toque fibras, voluntades y la consciencia no solamente del equipo que el día de hoy nos encontramos aquí, sino que todos estén comprometidos con la causa. Con estas acciones, generamos cultura y consciencia de todos los que se encuentran en esta universidad, todas las áreas, y todos los alumnos”, dijo la maestra Karina.
En su oportunidad, el rector expresó que el distintivo no solo distingue el trabajo realizado, sino que es motivo de inspiración para seguir construyendo un futuro más justo y sostenible.
“Este distintivo nos alienta a continuar en la misión educativa de nuestra universidad, es un signo de esperanza y, al mismo tiempo, un compromiso con el presente y el futuro de nuestra casa común. Como comunidad universitaria confiada a la
Compañía de Jesús, tenemos la responsabilidad de formar personas con consciencia crítica y profunda, responsabilidad social, capaces de responder a los grandes desafíos de nuestro tiempo, entre ellos la crisis socioambiental”.
Destacó que en el cuidado de medioambiente no hay tiempo que perder. Consideró que el compromiso universitario y jesuita con la sustentabilidad, nos exige acciones firmes, innovadoras y solidarias, capaces de transformar la crisis en oportunidad y sembrar esperanza en un mundo que clama por vida y futuro.