La Ibero León, a través de su Centro de Cultura, le invita a celebrar el Día mundial del Libro (23 de abril) con la lectura de Canto a la vida.
Canto a la vida es un libro que se dio a conocer en el 2014, producto de la convocatoria que lanzó la Universidad Iberoamericana León para invitar a escritores de a pie a publicar historias sobre adultos mayores. El resultado fue un libro con treinta y seis relatos en los que, a manera de microcosmos, se identifica la fuerza que impulsa nuestra existencia, los saberes y los sabores, los gustos y los gastos, los dolores y los olores, los carrancistas y los villistas, la guerra sucia y la guerra cristera, las inundaciones y las vacaciones. Toda esa gama de colores y matices que se identifican en la cotidianeidad, es compartida por los adultos mayores como un Canto a la vida, dividido en tres secciones: relatos testimoniales que dan fe de la historia de diversos pueblos, historias de familia e historias personales.
El Centro de Cultura nos adelanta algunos fragmentos del libro:
¿Un par de mellizas? Esta revelación aumentó mis dudas respecto a la identidad del escribano. Mi abuela tampoco nunca jamás mencionó que hubiera tenido un par de hermanas gemelas. Bueno, por lo que ven mi abuela tampoco nunca jamás platicaba de un chorro de cosas, al menos no con sus nietos. Pero enseguida vino una anotación impactante que me dejó agarrotado por una fracción de segundo. Aproximadamente, digo, consideren que no tenía a la mano un reloj con segundero.
Jorge Aranda Estrella en el relato ¡Ya no hallan qué inventar!
Para Lucía era especialmente triste cuando salían a caminar por las calles de Morelia y eran vituperados por la población –"Gachupines, ladrones, comunistas, vinieron a robarle la comida a los niños mexicanos, muertos de hambre, lárguense a su país". Otras veces se subían a la barda de la iglesia que bordeaba el colegio para apedrearlos mientras estaban en el recreo, los mayores corrían a proteger a los pequeñitos tratando de esquivar los proyectiles, aunque muchas veces no lo conseguían y terminaban en la enfermería con alguna herida leve. Las adolescentes del grupo comenzaron a sufrir también del acoso de sus contemporáneos, así que se hacían acompañar cuando salían de los compañeros más grandes. Lucía siempre llevaba con ella un seguro de ropa abierto con el que pinchaba a cualquiera que quisiera pasarse de listo con ella.
Lucía Michelena y Luz Verónica Sierra Aranda en el relato De cuando España y Morelia se fundieron en el corazón de una niña
En lo que estábamos platicando en el coche empezamos a ver en unos cerros que están ahí junto al pueblo unas luces como bolas de fuego que subían y bajaban del cerro, como que volaban de un cerro a otro. Ellos decían "son las brujas que andan ahí volando".
J. Guadalupe Muñoz Padilla y Verónica Elizabeth Muñoz Lozano en el relato La historia de mi primer carro
#QuédateLeyendo, te invitamos a que en esta cuarentena generada por el COVID-19, disfrutes en casa la lectura de este texto. Descarga el libro en la página de la librería: https://www.leon.uia.mx/servicios/libreria-universitaria/