¿Cambio en el panorama educativo?
El Observatorio del Derecho a la Educación y la Justicia (ODEJ) es una plataforma para el pronunciamiento público, impulsado por el campo estratégico en modelos y políticas educativas del Sistema Universitario Jesuita (SUJ). Su propósito consiste en la construcción de un espacio de análisis informado y de posicionamiento crítico de las políticas y las reformas educativas en México y América Latina, arraigado en la realidad social acerca de las injusticias del sistema educativo, y recupera temas coyunturales y estructurales con relación a la agenda educativa vigente.
A propósito del proceso electoral que se lleva a cabo en nuestro país, este año 2018 trae consigo el relevo político presidencial en otros países latinoamericanos como Costa Rica, Paraguay y Colombia.
Si bien el contexto nacional y sistema educativo de cada país marca claras diferencias en el panorama de la educación, se observan problemáticas comunes, por mencionar algunas, México y Colombia se encuentran en el 33º y 34º lugares (respectivamente) de 35 países de la OCDE en el indicador de gasto anual en instituciones educativas por estudiante. Muy por debajo de la media y resaltando que el 60% de ese gasto, es destinado a egresos administrativos y burocráticos (Fundación Santillana, 2018).
Otra problemática es la necesidad de una actualización pedagógica en los países latinoamericanos, ya que uno de los resultados más contradictorios del Informe Talis (Estudio Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje) llevado a cabo por la OCDE, muestra que si bien en el plano de los supuestos predomina el enfoque constructivista, entre los profesores, las prácticas realmente utilizadas en las aulas siguen siendo trazadas bajo los esquemas pedagógicos tradicionales (Muñoz, Cutanda López, & Trillo Alonso, 2017).
Asimismo la falta de inclusión educativa en las aulas de los países de América Latina es otro fenómeno, como señalan García (2017) y Paya Rico (2010), por la desigualdad de calidad educativa y la falta de equidad en los temas de acceso y diversidad.
Por último el tema de alfabetización digital es una de las necesidades comunes, ya que se propone su uso en diferentes proyectos, pero este no es suficiente, sino que se requiere el manejo de los recursos para el proceso de aprendizaje, el conocimiento del entorno y el uso de la información (Tedesco, 2017).
Ahora bien ¿cuáles son las propuestas educativas de los partidos políticos que han llegado al poder en lo que va del 2018?
Costa Rica
El presidente electo Carlos Alvarado presentó su proyecto Creer y crear la Costa Rica del siglo XXI (Partido Acción Ciudadana, 2018), cuya propuesta en educación se estructura por etapas. Para la primera infancia, propuso ampliar la cobertura de educación inicial. En el apartado de educación primaria, se incluyen escuelas de horario ampliado. Según este proyecto, Costa Rica tendría en 10 años, el 70% de estas escuelas. En lo que se refiere a la educación secundaria, se propone la continuidad de campañas para lograr la disminución significativa de la exclusión estudiantil. El fomento del multilingüismo como herramienta educativa, y la educación sexual laica y científica a través de una asignatura llamada Afectividad y sexualidad.
Para la educación de personas jóvenes y adultos, se ofrece la integración de herramientas de protección social, así como programas nocturnos o de fines de semana, cursos de competencias específicas para incrementar la empleabilidad de las personas y un modelo de educación dual para la instrucción técnica. En la educación superior resalta la regionalización del Fondo Nacional de Becas (actualmente centralizado).
En otros rubros, se propone la flexibilización del currículo en zonas indígenas, el empoderamiento de los docentes en la reforma curricular y las políticas educativas, la evaluación con una visión más cualitativa y el mejoramiento en los procesos de selección de personal de calidad.
Paraguay
Mario Abdo Benítez, electo en abril de este año, propone en el Plan Nacional de Educación 2024 (Ministerio de Educación y Ciencias de Paraguay, 2018), tres ejes de trabajo.
El primero, igualdad de oportunidades para acceder a la misma educación de calidad, propone diseñar una nueva oferta educativa diferenciada para grupos vulnerables, el fortalecimiento de los programas sociales y el mejoramiento de los espacios educativos.
El segundo eje busca mejorar la calidad de la educación, atendiendo a la diversidad y multiculturalidad existente en el país, la formación de ciudadanía, elaboración de materiales educativos en lengua indígena y no indígena, el diseño y evaluación de la carrera del educador, dotación de infraestructura en TICS a las instituciones educativas para la gestión oficial y una reforma a la Ley de Educación Superior.
El tercer eje propone una gestión de las políticas públicas en torno a la educación en forma participativa con eficiencia y articulación entre el nivel local, departamental y nacional. En este sentido, el tema de la eficiencia permea rubros que van desde de los recursos financieros, la gestión hasta la evaluación de los procesos.
Colombia
Iván Duque, electo el pasado 17 de junio, presenta su proyecto de nación de una manera innovadora, mostrando las 203 propuestas (29 para la educación), en una plataforma interactiva (Centro Democrático, 2018).
Se destaca el aseguramiento de la alimentación para los niños colombianos, la premisa de que sus mejores profesores deben estar en educación preescolar, las jornadas únicas, formación secundaria con certificación técnica y escuelas para padres.
Además, propone eximir de su deuda a los estudiantes destacados de licenciatura y posgrados de los programas de financiamiento de estudios superiores, la creación de universidades agrícolas, esquemas de educación virtual a gran escala, y el fortalecimiento de los programas de evaluación existentes.
En síntesis, en México podemos encontrar algunas similitudes con las propuestas hechas en Costa Rica, Paraguay y Colombia, como la constante en el rubro de la evaluación, la equidad en la calidad escolar, la reducción de la exclusión y el rezago en las aulas, el aumento de escuelas de horario ampliado, por mencionar algunas preocupaciones centrales. También observamos algunas diferencias, en proyectos que buscan adecuarse a su contexto particular, como la flexibilización del curriculum en contextos multiculturales o vulnerables y la adhesión de la perspectiva cualitativa a los procesos de evaluación.
En general, se observan más coincidencias que disidencias, ya que como países latinoamericanos, compartimos problemáticas sociales y económicas (como la desigualdad, la pobreza, la corrupción y la violencia en sus múltiples dimensiones), que nos obligan a diseñar estrategias desde la educación, estrategias que proyecten hacia el futuro lo que se sueña como nación.
Y, aunque algunos centros de estudios regionales se cuestionaron hacia finales de los años 90 del siglo pasado, si realmente existía Latinoamérica más allá de un espacio geográfico (Inglehart & Carballo, 2008), se ha confirmado década tras década, que existe como región cultural, que comparte las mismas identidades, valores y visiones del mundo.
Particularmente en este proceso de elección presidencial en México, el tema educativo se ha mediatizado en torno a la discusión de la Reforma Educativa promulgada en febrero de 2013. Es más la disputa expuesta en cuanto a su permanencia o anulación, que han quedado detrás del mostrador los temas torales de cada proyecto educativo de nación.
¿Habrá propuestas educativas que trasciendan las disputas políticas de manera íntegra? ¿Qué realidades sociales existen detrás de cada propuesta? ¿Cómo trascienden los proyectos educativos latinoamericanos -como Alfa Tuning– en las propuestas que se implementarán en la siguiente década?