La coordinadora de la maestría en Nutrición Clínica de la Ibero León, Mtra. Mónica Minutti Sánchez Alcocer, abordó el compromiso que tienen las y los profesionistas de la Nutrición con las necesidades sociales, en el IV Encuentro Iberoamericano del Comité Internacional para la elaboración de Consensos y estandarización en Nutriología (CIENUT). “No hay campo en el que nos desarrollemos que no tenga que ver con promover la salud”, puntualizó la especialista.
La participación en el encuentro organizado por el instituto peruano IIDENUT se dio por invitación de la Asociación Colombiana de Facultades de Nutrición (ACOFANUD) a la Asociación Mexicana de Miembros de Facultades y Escuelas de Nutrición (AMMFEN) que preside la maestra Minutti con la representación de la Ibero León.
Planteó que nutriólogas y nutriólogos tienen que reivindicar su aporte a la sociedad, por eso habló acerca del contexto mundial de la promoción de la salud, los problemas que enfrenta la profesión y los ejes de trabajo que deben cumplirse para atender la responsabilidad social.
Las y los profesionistas de la Nutrición deben alinearse a lo que fomentan la Carta de Ginebra (2021) y los Objetivos del Desarrollo Sostenible para 2030 en relación al cuidado del planeta, diseñar una economía equitativa que sirva al desarrollo humano, la cobertura sanitaria universal, entre otros.
Con esa visión, la maestra Manutti sugiere unir esfuerzos para desarrollar estrategias participativas en toda Iberoamérica. A manera de contexto expuso que en América Latina y el Caribe en el año 2021 hubo una prevalencia de hambre en el 30% de la población; el mayor de los incrementos en los últimos 15 años.
En la misma región, la inseguridad alimentaria afecta a 267 millones de personas; en contraparte, una de cada cuatro personas adultas sufren obesidad, además de que el sobrepeso infantil y en adolescentes también se ha incrementado.
“¿Qué debemos hacer en un trabajo más responsable como nutriólogos que tenemos un papel bien importante en la prevención de las enfermedades? Promover los derechos humanos –tenemos una agenda pendiente–, busquemos no ser elitistas sino atender a la población vulnerable; que seamos mucho más conscientes de favorecer la sostenibilidad con una responsabilidad hacia los alimentos y su producción; que se generen ambientes favorables para la salud en todos los campos de desarrollo con respeto a la cultura alimentaria, sin hacerla de lado; y promover la inclusión”.
Enfatizó: “La responsabilidad social como un tema de agenda no se puede postergar”. Las y los profesionistas de la nutrición deben involucrarse en temas como el impacto que tiene la cadena de producción y distribución de los alimentos; es decir, la generación de gases de efecto invernadero, la huella hídrica, el deterioro del suelo, la producción con afectación a pequeños productores y el desperdicio de alimentos.
En el quehacer de los nutriólogos y las nutriólogas es preciso “fomentar decisiones en los pacientes y en la población relacionadas con los beneficios, por supuesto, que tiene un alimento, pero también con el cuidado del medioambiente".
El encuentro en el que participó la académica en representación de la Ibero León y de AMMFEN servirá para hacer alianza con Iberoamérica en búsqueda de “una voz más grande para la Nutriología en los próximos 20 o 30 años”.
“Ser universidad y participar en algo así, abona significativamente a la internacionalización para que podamos abrir fronteras y nos podamos enlazar con otros países. Aproveché para platicarle a mi grupo de estudiantes que tengan una visión de que podemos tener una mirada en común con otros países, en este caso, de habla hispana”, concluyó.
