El Doctor en Ciencias Aplicadas, Luis Adolfo Torres González, académico del Departamento de Ingenierías de nuestra Ibero León, recibió de la Organización Internacional para la Inclusión y Calidad Educativa A.C. el galardón a la Excelencia Educativa Edición Chile y el Doctorado Honoris Causa.
Ambas distinciones reconocen su trayectoria científica de más de quince años en la que ha elaborado numerosos productos académicos. Su trabajo de investigación tiene la temática interdisciplinar de Sistemas Biológicos Complejos y Nanotecnología aplicados a Nutrición Molecular, Nanomedicina y Nanomateriales aplicados a la industria.
Estudió la licenciatura en Física Experimental (UASLP, 1993), la maestría en Física (Universidad de Guanajuato, 2002), el doctorado en Ciencias Aplicadas (IPICyT Centro CONACyT, 2007) y un posdoctorado en Nanomedicina (UdeG, 2013).
En nuestra Ibero ha sido profesor de asignatura, académico de tiempo, coordinador del Cuerpo de Investigación en Tecnología y Ciencias aplicadas y director del Departamento de Ingenierías. Participó como cofundador del doctorado en Ciencias Sociales, Complejidad e Interdisciplinariedad; la licenciatura en Bionanotecnología; la licenciatura de Ingeniería en Inteligencia Artificial; y la maestría en Ingeniería e Innovación Sostenible para la Industria Automotriz.
“El premio que se otorga, el doctorado Honoris Causa, es porque he hecho un trabajo interdisciplinario, eso es muy nuevo; me considero en el país de los pioneros del trabajo interdisciplinario porque realmente los problemas complejos de salud, cambio climático, de nuevos materiales, los tienes que atacar desde varias disciplinas. Cuando llegas a investigar ese tipo de cosas no estás pensando en una disciplina”, reflexiona el académico.
El Doctor Luis Adolfo ha publicado más de 100 artículos científicos, técnicos y de divulgación, ha revisado más de 30 tesis de licenciatura y maestría y se ha presentado en más de 50 congresos en distintos países.
“Es satisfactorio para mí porque siempre es bueno que alguien del gremio internacional reconozca tu obra, de por sí cuando publicamos trabajos de investigación de alto nivel es ya un reconocimiento (…) Me motiva sobre todo a generar proyectos que tengan un impacto social más evidente, que sirvan más. La ciencia y todos los productos de la ciencia también son un asunto de compromiso social”.
En ese sentido, profundizará su investigación en áreas como Nanomedicina, Genómica, Biofísica de sistemas, Mecánica cuántica y Entrelazamiento cuántico; “debo replantearme nuevos proyectos que contribuyan a la nación y creo que mi línea tendría que estar –porque me interesa muchísimo– en el cambio climático, cuestiones ambientales y de salud. Me motiva mucho a seguir formando más estudiantes (…) y últimamente algo que tengo entre manos, es apostarle a un problema que veo fuerte, además del cáncer –que he trabajado mucho con cuestiones del cáncer–, es la ansiedad y la depresión”.
Ser agradecido
“Considero que tengo un espíritu de descubrir lo que nadie ha descubierto, a partir de un trabajo científico sólido y doy el agradecimiento a mi familia; y también, si estoy en la Ibero, es porque me interesa su filosofía humanista, creo que la ciencia debe tener también esa característica. El agradecimiento es también a mi lugar de trabajo. Es un reconocimiento a colegas, amigos, amigas, a la institución a la que pertenezco; no puedes perder de vista a la institución que te ha apoyado, pero la base, mi papá y mi mamá, que son los que realmente a lo largo de la trayectoria me han motivado”.
La curiosidad siempre estuvo ahí
La inquietud por la ciencia se presentó en Luis Adolfo desde pequeño. Recuerda que aunque lo habitual fuera que los niños formaran parte de algún equipo deportivo, él tenía un interés claro por cuestionarse aspectos de la naturaleza; “tengo una memoria de los nueve o diez años cuando empiezo a maravillarme de las cosas que me rodean, esa es la primera parte, el tratar de entender qué hay detrás de ello”.
En su tiempo como estudiante de secundaria tenía claro estudiar Física. Su inspiración provenía de los programas de televisión del divulgador científico Carl Sagan. Ya en la prepa, profundizó su interés por aprender sobre la teoría de la relatividad.
Un compromiso que trasciende
“Mi motivación es generar nuevos proyectos asociados a problemas que existen actualmente como la ansiedad y la depresión y, sobre todo, formar gente: Más estudiantes que se inclinen hacia la investigación científica y tecnológica. Desde ahí viene el cambio en la transformación social, desde la generación de conocimiento, y eso lo tienes que hacer bajo una perspectiva interdisciplinaria”.
