Hoy los hechos confirman que el movimiento #YoSoy132, gestado en la Ibero CDMX en el 2012, tenía razón, el primer movimiento universitario que surge en una universidad privada en la historia de México.
El libro Los Indignados Mexicanos, Insurgencia juvenil frente al regreso del PRI a la Presidencia fue presentado en la Universidad Iberoamericana León. Su objetivo es "analizar el movimiento de indignados en México durante el periodo 2012-2016 de la Ibero a Ayotzinapan, y de Ayotzinapan a las elecciones del 2016 con un conjunto de análisis que pretenden explicar tanto el porqué de la indignación juvenil universitaria como sus consecuencias políticas y sociales".
Participaron, la Mtra. María Guadalupe Fernández, responsable del programa de Derechos Humanos y del Programa de Género de la Ibero León; el Dr. Javier Prado Galán Director General Académico de la Ibero León y colaborador del libro; la Dra. María Teresa Sevilla Zapata, catedrática de Ibero Puebla y el Dr. Juan Luis Hernández, Coordinador del Libro y Director del Departamento de Ciencias Sociales de la Ibero Puebla.
De acuerdo a la maestra Sevilla Zapata, en el análisis del texto se rescatan aspectos importantes del movimiento como: a) lograr que los actores partidistas incorporarán a los jóvenes en su discurso político, reconociendo su identidad y su capacidad de transformar la realidad y b) Permitió ver a los jóvenes como actores políticos, capaces de incidir en la esfera pública.
El libro responde a varias preguntas: ¿Porqué un movimiento con las características de #YoSoy132 #YoSoy131 #Yosoymásde131 surgió en una universidad confiada a la Compañía de Jesús? ¿Cuál es la realidad de los movimientos sociales en México de 2012 a 2018?... entre otras preguntas.
La maestra Fernández celebró que este libro retome un movimiento liderado por los jóvenes, ya que "esto coloca en la discusión política a un actor, un agente de cambio muy importante que es la juventud".
Refiere a la frase "Ser fiel a uno mismo" que invita a reflexionar a los jóvenes sobre la posibilidad de ser críticos, y en ese ejercicio estar o no de acuerdo con el entorno, pero ante todo habla de una fidelidad a sí mismo.
Destaca una frase más a la que se hace referencia en el libro del escritor Stéphane Hessel, "Yo os deseo a todos, a cada uno de vosotros, que tengáis su motivo de indignación, es preciso, cuando alguna cosa nos indigna, como yo he sido indignado por el nazismo, entonces llegamos a ser militantes, fuertes y comprometidos…"
El doctor Javier Prado colaborador del libro fue testigo de lo ocurrido en la Ibero Ciudad de México y en su artículo da su opinión sobre el porqué surge el #132 en una universidad jesuita. Enlistó motivos y contextos: "Los jóvenes manifestaron sus molestias contra la plutocracia de los medios masivos de comunicación y la matanza de Atenco", "la Ibero hace énfasis en la crítica, en la libertad de pensamiento, en la libertad de cátedra".
Cerró su intervención con su opinión sobre lo que es la juventud: Yo siempre he dicho que es autenticidad, inconformismo, es el espíritu de gallo y es dinamismo, esas cuatro notas son acompañadas en este libro por un quinto elemento que es la indignación… propio de la juventud".
Un movimiento histórico
Este libro es un homenaje a esos jóvenes que tuvieron la audacia y arrojo. A seis años, el texto busca ser un termómetro del gobierno de Peña Nieto y un balance de lo que los jóvenes advertían: un gobierno ignorante, plutocrático, y abusivo de su poder. Hoy la realidad da la razón a los jóvenes del movimiento, consideró el Doctor Juan Luis Hernández.
Destacó los dos principales aportes del #Yosoy132: Es el primer movimiento que surge de una universidad privada en la historia de México y, fue el primer movimiento universitario que retoma la agenda política nacional desde 1971.
¿Qué toca hacer después del 1º de julio del 2018 para quienes estamos en el sector educativo?, lanzó el doctor, "las universidades no podemos dejar de ser espacios de resonancia socio-política y debemos ser formadores de ciudadanos… que siendo arquitectos politólogos, economistas, sean primero ciudadanos capaces de construir sociedades más incluyentes, porque en todo el mundo la diferencia no son los políticos, son los ciudadanos, concluyó.
