El Dr. Carlos Martín Beristain, convocado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para el esclarecimiento de la desaparición de los normalistas en Ayotzinapa, presentó ante estudiantes y catedráticos de la Ibero León la Videoconferencia "Las venas abiertas de Ayotzinapa".
El Dr. Beristain formó parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes GIEI que durante poco más de un año (feb 2015- abril 2016) realizó una investigación cuyas conclusiones contradicen la versión oficial de autoridades.
A más de tres años de los hechos en los que desaparecieron 43 normalistas, el doctor Beristain compartió desde Colombia el trabajo realizado respecto al caso.
A través de una videoconferencia el doctor expuso cómo el trabajo y la experiencia del GIEI, es una herramienta de investigación, que puede servir a otros, que puede servir a México "ante la situación de emergencia social que vive el país, la violencia, la impunidad que la mantiene y la hace posible".
Se refirió al libro de su coautoría "Metodologías de Investigación, búsqueda y atención a las víctimas. Del caso Ayotzinapa a nuevos mecanismos en la lucha contra la impunidad". Obra que recoge la experiencia del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), para realizar una asistencia técnica en la investigación, búsqueda de los desaparecidos y la atención a las víctimas en el caso de la desaparición forzada de 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa (Guerrero, México) el 26 y 27 de septiembre de 2014.
El doctor abundó en los tres aspectos en los que se centra el libro: La investigación, proceso en el que fue fundamental mantener la cohesión del equipo de investigadores, con la ética como eje central del trabajo. En su primer encuentro con los padres de los normalistas, éstos pidieron al equipo de especialistas que no se vendieran "en ningún otro país, a ninguno de los que conformamos el equipo de investigación nos habían pedido algo así", relató Beristain.
Respecto a la segunda línea de trabajo, la atención a las víctimas, destacó la importancia que fue tener la cercanía y valorar los elementos, la información aportada por los familiares de los desaparecidos. Como experto en psicología, planteó la relevancia de no estigmatizar a las víctimas, poner la responsabilidad donde debe estar, además de contar con un sistema de acompañamiento en las diligencias que implican una carga emocional.
Y el tercer aspecto que aborda el libro es el hecho de que no se puede separar la búsqueda, de la investigación. Las autoridades buscan a los culpables pero no a los desaparecidos. "Para hacer la búsqueda hay que tener voluntad política porque hay que superar muchos obstáculos, la desaparición no es solamente que no se sepa el destino de la persona, sino que se ha ocultado el destino de la persona. Hay estrategias de ocultamiento que hay que destapar" puntualizó.
Al final, dijo, no se nos dejó seguir con la investigación, se nos cerraron puertas cuando descubrimos que habían manipulado pruebas y se trató de hacer campaña en nuestra contra.
Los resultados de la investigación
El equipo de investigadores del GIEI, desestimó las hipótesis de que los estudiantes habían sido confundidos con narcotraficantes, la hipótesis de que se les atacó por pretender boicotear un mitin, y la versión oficial que reportó que los estudiantes habían sido calcinados en un basurero, a manos de narcotraficantes. El grupo de investigadores apoyado por un experto en la materia concluyó que esto último es técnicamente imposible.
El GIEI en las conclusiones de su último reporte planteó la hipótesis de que, sin que los estudiantes lo supieran, uno de los autobuses tomados por ellos para acudir a una manifestación en Ciudad de México, estaba cargado con heroína. Hecho que desató la molestia y derivó en la tragedia.
"Fue un operativo masivo en 10 lugares diferentes con armas de fuego que dura 5 horas. Y que tiene 43 desaparecidos, más de 30 personas heridas, una torturada, todo eso no se da por cualquier cosa, la única explicación que hay es que los jóvenes tocaron algo muy importante, y lo único importante ahí es el tráfico de heroína, el 80% de heroína se hace desde ahí desde Guerrero y nosotros descubrimos que Iguala es un punto de transporte".
La existencia de ese 5º autobús en los hechos, tuvo que ser demostrada ante la negación de las autoridades, precisó Carlos Beristain.
En respuesta a preguntas del público, respecto a si fue el Estado el responsable de las desapariciones, el investigador precisó: "nosotros no podemos decir fue el Estado, es una definición genérica, nosotros lo que señalamos es que hay responsabilidad de los agentes del estado", participación de elementos de tres cuerpos policiacos, de policías estatales, policías federales, y agentes de inteligencia militar estuvieron en los dos escenarios donde se dieron las desapariciones.
Para concluir la ponencia, el doctor Fabrizio Filippo Lorusso, profesor investigador de la Ibero León destacó el legado múltiple de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos con la aportación de este equipo de investigadores, "un legado que destroza la narrativa oficial que fue desmoronándose, frente a otra narrativa alternativa que contrasta los hechos con pruebas más científicas."
