En la Universidad Iberoamericana León fue presentada la Conferencia Sobre El Cuerpo Apostólico Ignaciano, por el Padre Rafael Ignacio Rodríguez Jiménez, Director del Centro de Formación Humanista.
Explicó que se trata de una apuesta: crear un nuevo sujeto en la Compañía de Jesús, el Cuerpo Apostólico Ignaciano, idea que se viene trabajando desde el 2006 hasta el presente, un cuerpo formado por jesuitas y laicos de nuestras instituciones.
Inicialmente, contextualizó, podría decirse que es un equipo asesor, cualificado, para las autoridades de cada institución u obra nuestra. Un equipo más cercano a nosotros, familiarizado con los criterios de los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. La postura actual de la Compañía en cuanto al reconocimiento del trabajo de los laicos en nuestras instituciones, a partir de la Congregación General xxxv, celebrada en 2008, y de otras declaraciones del P. Adolfo Nicolás, anterior general de la Orden, es que podemos reconocer una obra como nuestra aunque no haya jesuitas en ella, o los que la dirijan no sean católicos, ni cristianos, aún si son ateos; con tal de que comulguen con nosotros en las actitudes y criterios humanistas que surgen de los Ejercicios.
Partió por plantear las características de este cuerpo apostólico: "la experiencia de Dios vivida en los Ejercicios Espirituales; una pedagogía espiritual que nos impulsa a la radicalidad en el servicio. San Ignacio siempre nos pondrá en situaciones límite, para robustecer nuestras posturas o decisiones".
El Cuerpo Apostólico encarna las prioridades apostólicas de la Compañía, explicó. "Promueve la fe y justicia, pero con ciertas condiciones: en diálogo intercultural e interreligioso, con respeto, apertura, búsqueda, desde la convicción de que no tenemos toda la verdad. Contribuye a crear una nueva sociedad, donde haya dignidad para todos y sin pobreza; se trata de apostar por una verdadera Revolución Copernicana".
Este Cuerpo no sólo es un equipo "asesor", puntualizó, sino que viene a ser una alianza de colaboradores en la misma misión; se vuelven corresponsables solidarios de la subsistencia, dirección e inspiración de la obra.
En la conclusión, el padre Rafael Ignacio precisó lo que la Ibero espera de los que han tomado el Diplomado en Gestión para la Innovación en Instituciones Educativas de la Compañía de Jesús puedan construir núcleos del Cuerpo Apostólico Ignaciano".
Estos núcleos deben tener las siguientes características:
- Que hayan hecho la experiencia de los Ejercicios espirituales de San Ignacio.
- Deben estar conscientes de que tienen una misión educativa, y no sólo son portadores de la espiritualidad ignaciana, como otros grupos; por ejemplo, la cvx.
- Y dependen del Asistente de Educación en la Provincia.
Finalmente, destacó que este grupo, como miembro del Cuerpo Apostólico Ignaciano debe ser un equipo asesor cualificado que podrá tener reuniones semestrales con el Rector, para reflexionar juntos sobre la situación, dirección e inspiración de la obra donde trabajan juntos. Y tendrá también la capacidad de hablar con las autoridades de la universidad, en casos que lo ameriten.