Exponen especialistas consecuencias del amor romántico

Autor
Comunicación Institucional

Fecha

22 de febrero, 2024

Con el fin de analizar la manera en que el amor romántico se encuentra introyectado a nivel cultural y las consecuencias que provoca en las personas, nuestra Ibero León desarrolló el tema ‘Amor romántico, ¿y fueron felices para siempre?’ en el seminario permanente Diálogos de Filosofía.

Participaron como ponentes la Mtra. Gabriela Naranjo Guevara, coordinadora de la licenciatura en Derecho; y la Lic. Viridiana Saraí Estrada Pacheco, responsable del Programa Institucional de Género.

La maestra Naranjo Guevara expuso la vinculación del amor romántico con la violencia de género. Aseguró que la reflexión en torno a este tema invita a las personas a cuestionarse por qué quieren una pareja como la que desean y por qué tienen ciertas conductas respecto a su relación de pareja. Invita, además, a pensar si lo que se quiere es un deseo genuino o si se está en un escenario de predisposición por la influencia de lo social, cultural e histórico.

En el amor romántico hay estereotipos y asignación de roles de género que se autovaloran y retroalimentan, que se vuelven imperceptibles y se normalizan, expuso la académica. “Desde la sociedad hacemos las cosas que se espera que hagamos; por ejemplo, una mujer está positivamente valorada si atiende de manera debida a la pareja en una relación heterosexual”.

El amor romántico lleva a construcciones como que la felicidad sólo se alcanza en una relación de pareja, “pero además, en una relación de pareja que cumple ciertos estándares o exigencias sociales: Si me caso, si me caso a cierta edad, si el momento en el que me caso me va a permitir o no tener hijos o hijas; además, si ese matrimonio o esa relación está provisto y me garantiza cosas de durabilidad como el pensar ‘para siempre’ y que a partir de eso ‘voy a ser feliz’”.

Agregó: “Nos venden la idea de que el amor implica dedicación y entrega total a costa del sacrificio personal. Nosotras ‘tenemos’ que hacer absolutamente todo para garantizar la durabilidad de nuestra relación de pareja y la felicidad de nuestra relación, sacrificando incluso los propios intereses y proyecto de vida personal”.

¿Cómo responder al amor romántico?, se cuestionó la académica. La respuesta que da uno de los feminismos, dijo, es el feminismo dialógico, cuya propuesta radica en el diálogo, en considerar la inclusión y el entendimiento para fortalecer una cultura de paz.

“Dialogamos sobre nuestras diversas realidades sociales, culturales y académicas. Cuando abrimos espacios de diálogo y platicamos sobre nuestras propias experiencias, vamos descubriendo cómo se traducen en acciones las formas de amor romántico, los mitos, y cuáles son los impactos que tiene en nuestra vida y en nuestra toma de decisión de diversos temas”.

No querer el amor romántico no significa renunciar a la ternura y al romanticismo. Propuso ser críticas y críticos respecto al patriarcado y examinar la oferta de los medios de comunicación, consumir los contenidos con una perspectiva diferente, valorarlos de manera distinta.

 

 

La licenciada Viridiana se cuestionó de manera retórica qué es el amor y por qué amamos. Aseguró: “No tenemos una repuesta certera. Tal vez por eso escuchamos canciones, vemos películas y leemos historias románticas en búsqueda de una respuesta que nos satisfaga”. Ironizó: “Una historia que nos inspire a no perder la esperanza de encontrar a esa persona en la fila del Starbucks o en un viaje de verano al otro lado del mundo. Ese otro que nos vea y quede totalmente enganchado como para hacer mil proezas por nosotras”.

Consideró la posibilidad de que el amor de pareja no sea del todo necesario para alcanzar la felicidad; “lo que sí es necesario para ser feliz son vínculos que nos sostengan, esos no necesariamente están siempre en la pareja”.

Como reemplazo al amor romántico, propuso considerar el amor auténtico, cuya definición de la autora Bell Hooks incluye aspectos como el cuidado, el compromiso, la confianza, el conocimiento, la responsabilidad y el respeto.

Expuso que acabar con el amor romántico no se logra de manera espontánea, es el resultado de un ejercicio de libertad, elección y voluntad. Desmantelarlo a causa de la violencia de género que implica, es un tema pendiente para todas y todos.

“Nos hemos modernizado en los pensamientos, hemos derribado muchos patrones de comportamiento, hemos empezado a ocupar espacios públicos con una lógica que no es la patriarcal. Intervenimos y alzamos la voz, pero en temas de amor y las relaciones de pareja, seguimos siendo sumamente tradicionales y nos relacionamos desde lógicas bastante patriarcales”.

No intentar cambiar los modelos del amor romántico, omitir el proceso consciente de pensarlos y repensarlos, provoca que como sociedad se caiga en la lógica que alimenta al amor romántico: La desigualdad, la injusticia y la dominación.