Nuestra Ibero León, a través del Centro de Formación y Acción Social (CFAS) y el Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSH), llevó a cabo el foro ‘Conflicto palestino-israelí: Causas, desarrollo y consecuencias en el Medio Oriente’.
En este espacio se analizó la crisis humanitaria desatada en la Franja de Gaza por parte del Estado de Israel como reacción al ataque perpetrado en su territorio en octubre pasado por la organización paramilitar palestina Hamas.
Hasta ahora, 7 mil 729 niños y niñas han sido asesinadas y 7 mil 780 están desaparecidos y desaparecidas; asimismo, 55 mil palestinas y palestinos han sido heridos y se reportan daños a 355 mil hogares. Estos datos fueron compartidos por el Dr. Othón Partido Lara, académico del DCSH.
Además del doctor Othón, el panel estuvo integrado por el Dr. Jiri Sykora, académico de la licenciatura en Relaciones Internacionales; la Mtra. Itzel Pamela Pérez Gómez (de manera virtual), académica de la Universidad Anáhuac Mayab; y el Lic. Roboán Rodríguez Carrera, cofundador y miembro del Comité Leonés en Solidaridad con Palestina (COLSOPAL) y de la Alianza Latinoamericana por Palestina contra el Apartheid.
El evento fue moderado por la coordinadora de la licenciatura en Relaciones Internacionales de nuestra Ibero, la Mtra. Brenda Anguiano Arreola, quien calificó el foro como un espacio de reflexión y diálogo necesario y pertinente para analizar las “fatalidades, las violaciones a los derechos humanos y civiles, inclusive las violaciones al derecho de guerra y el derecho humanitario” que ha sufrido la comunidad palestina.
“Desde la fundación del Estado de Israel se han hecho numerosos intentos de establecer la paz en toda la región; sin embargo, las cuestiones no resueltas en torno al Estado de Jerusalén, el desplazamiento masivo y el despojo de los palestinos, los derechos de los refugiados, y la ampliación de los asentamientos israelís sobre los territorios palestinos, lo ha hecho extremadamente imposible”, expuso el doctor Jiri.
Es un conflicto sumamente complejo –refirió el académico– y se agrava por las acciones militares en curso, el alto nivel de violencia, el cautiverio de rehenes y la necesidad de Israel de luchar contra un enemigo que habita un entorno poblado de civiles utilizados como escudos humanos.
Aseguró que uno de los máximos desafíos radica en “encontrar un equilibrio entre la dureza de la respuesta y las necesidades estratégicas de Israel (…) El actual pico de violencia en este viejo conflicto lo cambiará, llevándolo a una nueva etapa cuyas ondas de choque se sentirán más allá de la región”.
El doctor Othón hizo un recuento histórico del conflicto y las aristas militares recientes, habló de sus orígenes fundados en el sionismo y cómo la condición geográfica de Palestina sigue oprimiendo a sus habitantes.
Expuso que el rumbo que ha tomado el conflicto representa una regresión clara de lo establecido en los Acuerdos de Oslo. Se refirió también a la demanda presentada por Sudáfrica contra Israel en la Corte Internacional de Justicia, donde se le señala por violar la convención del genocidio, por los daños físicos y mentales causados a la población civil, así como los daños a edificios civiles, religiosos, educativos, científicos, monumentos históricos y hospitales; y por someter al hambre a las y los palestinos como un método de guerra.
“En octubre de 2023, el ejército israelí arrojó 6 mil bombas por semana. Incluso, no sé si han visto –yo no– imágenes en Internet de soldados celebrando la destrucción de edificios, entrando a casas y haciendo cualquier cantidad de atrocidades que deben ser calificadas como crímenes de guerra”.
La maestra Pérez Gómez ahondó en el aspecto político del conflicto, sobre cómo se conformó el Estado nación de Israel después de la Segunda Guerra Mundial y la manera en que el nacionalismo desmedido se ha vuelto una herramienta de confrontación.
Agregó: “El nacionalismo elimina de muchas formas, una de ellas es el exterminio directo y las otras son el desplazamiento o la asimilación. En el caso de Israel, vemos el exterminio, porque el sistema de gobierno no tiene cabida para aceptar que existe al menos otra nación además de la de Israel”.
Finalmente, en la intervención del licenciado Rodríguez Carrera, el representante de COLSOPAL reconoció que es difícil abordar el conflicto en términos académicos cuando se trata de “una cuestión que humanamente cuesta sangre de personas”.
“Éste es el año 76 en el que sistemáticamente un pueblo o algunos miembros de un pueblo se hacen llamar ‘elegidos’ de manera superficial para justificar una doctrina de exterminio sobre otro pueblo que, después de la Segunda Guerra Mundial, recibe refugiados de un holocausto que ellos no provocaron, pero que pagan las consecuencias”.
Expuso que el proyecto sionista toma como camuflaje el discurso religioso para decir “es nuestra Tierra Prometida”. Calificó como “el gran fraude de esta humanidad” el confiar que Naciones Unidas resolverá los problemas sustanciales de los pueblos que están en proceso de lucha de liberación nacional.
“Un compañero palestino me dijo: Roboán, el tema de Palestina nos define, nos dice quiénes somos en realidad”. En ese sentido, consideró que docentes, estudiantes y los gobiernos, deben tomar posturas claras y sin tibieza sobre la guerra, porque lo que que sucede en la Franja de Gaza no se puede abordar de otro modo si no es desde el humanismo.