La Universidad Iberoamericana León dio inicio a las clases del nuevo Doctorado en Ciencias Sociales, Complejidad e interdisciplinariedad.
La ceremonia de apertura estuvo encabezada por nuestro padre Rector, el Mtro. Felipe Espinosa Torres S.J. quien hizo extensivo el orgullo y compromiso de nuestra institución de ofertar un doctorado en un tema vanguardista de clase mundial.
El principal objetivo del posgrado, ideado y articulado por académicos de la Ibero León, es formar investigadores con un alto nivel de preparación que contribuyan al avance del conocimiento social y científico mediante contribuciones innovadoras a la solución de los principales problemas sociales.
"El desarrollo social puede abordarse desde diferentes disciplinas pero ninguna por sí sola podrá responder a problemas complejos. Es necesario articular el conocimiento y la investigación", mencionó.
Actualmente la interdisciplinariedad, complejidad e innovación social están marcando la pauta en proyectos de investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt, así como de instituciones internacionales.
La primera generación de este doctorado está integrada por estudiantes provenientes de regiones como Puerto Vallarta, Jalisco; Santa Cruz Amilpa, Oaxaca; Santiago de Querétaro; San Miguel Allende, León y Guanajuato capital, en el estado. A nivel internacional nos acompaña un alumno de Cundinamarca Cajicá, Colombia.
En la ceremonia de apertura estuvieron presentes además el Dr. Javier Prado Galán, S.J., Director General Académico, la Mtra. Carmen Obregón, Directora de Investigación y Posgrados, y el Dr. Héctor Eugenio Gómez Vargas, Coordinador del Doctorado.
Cátedra de apertura
La conferencia magistral de apertura corrió a cargo de la Dra. Rossana Reguillo, Investigadora Nacional SNI nivel III y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, bajo el título: Pensar al México contemporáneo: desafíos para las ciencias sociales.
Para introducir el tema la investigadora planteó tres desafíos: el primero, producir extrañamiento,"el desafío central del cientista social es ponerse permanentemente en una posición de extrañamiento, nada es normal, todo es histórico".
El segundo desafío: ver más allá de lo evidente, este es el trabajo fundamental de los investigadores sociales, no se trata de sumar citas, estadísticas sino de armar los dispositivos y los instrumentos que nos permitan ver qué es lo que no podemos ver.
El tercer desafío: el estudio en ciencias sociales no es un trabajo contemplativo, el mayor reto es que el investigador se vuelva su propio dispositivo de investigación, ningún aparato sustituye a la imaginación sociológica, resaltó.
A partir de estos desafíos "se trata de entender el pasado para dominar el presente y proyectar el futuro; la producción del extrañamiento que tiene como función específica la desestabilización de nuestro mapa de certezas y entender que las teorías no son fetiches sino instrumentos que nos sirven para trabajar", resumió la doctora.
Es imposible que en el entorno académico mundial, en el país se siga pensando que debemos disciplinarnos "como si la realidad se dejara recortar, limitar, de aquí a aquí es política, de aquí a aquí economía, no se puede trabajar de esa manera; de ahí la relevancia de este Doctorado en complejidad e interdisciplinariedad", destacó.
Es importante transitar hacia formas de pensamiento más complejas y que demandan ejercicios sumamente duros, advirtió.
Y en la línea del tema de la conferencia, la Dra. Rossana Reguillo, se preguntó ¿Qué es ser contemporáneo en un momento que vive un país como México?
En primer lugar ser contemporáneo es no cegarnos por la luz del presente, debemos ser capaces de atender los claroscuros, las sombras, porque advirtió "seguimos buscando donde hay luz".
El primer reto de un doctorante es desaprender se trata de ganar en complejidad ¿cómo? cuando soy capaz de cruzar raza social con género con relatos imaginarios... y ejemplificó:
El término nini se reduce al sujeto que no estudia ni trabaja, pero ser complejo es preguntarse por qué no estudian, por qué no trabajan, reponer contexto, es preguntarse en dónde están esos 9 millones de jóvenes, quién los interpela, dónde están sus imaginarios.
Enseguida lanzó la disyuntiva ¿Cómo pensamos a México?
En este sentido, la doctora Reguillo se refirió a tres problemas nodales del México contemporáneo:
-Violencia en todas sus heridas
-El colapso del Estado y la
-Resistencia hacia el acontecimiento
Explicó "no podemos ignorar que el país está atravesando por una violencia viral, que los números de torturados, ejecutados han minado la calidad de vida y la posibilidad de llamar país a México".
"Cada vez más se adelgaza el brazo social del estado, y la pregunta que nos toca hacer es ¿cuáles son los impactos en la configuración social del país?"
Se refirió al acontecimiento que irrumpe, que desgarra el tejido social y que siempre será una posibilidad de estudio. "Se trata de que (los doctorantes) habiliten su cuerpo y su cabeza para saber reconocer en qué momento un acontecimiento debe hacer estallar sus proyectos".
Finalmente, les recordó que representan el 14% de los estudiantes del país y que están frente a un entorno que los compromete "la propuesta no es volvernos todos militantes o activistas, pero sí me parece que en el contexto en el que estamos no es posible mantenerse al margen".
"El mayor desafío de las ciencias sociales es interrumpir el relato de los poderes propietarios, interrumpir el poder hasta que realmente seamos capaces de crear otra narrativa".
Entendido el término de irrupción cómo hacer visibles otras formas de ver la realidad, otras narrativas; a través de tesis, escritos, videos, notas de prensa…
"El trabajo de las ciencias sociales es abonar a la construcción de otro mapa de lo posible", concluyó.
