El criticón de Baltasar Gracián

Autor
Comunicación Institucional/ con información de María José de Anda estudiante de Comunicación

Fecha

12 de febrero, 2019

El Mtro. Gilberto Prado Galán presentó en la Ibero León la conferencia La otra gran odisea: El criticón de Baltasar Gracián.

El ponente es unescritor, polígrafo y palindromista mexicano, miembro del Club Palindromista Internacional, con sede en Barcelona, España. Tiene una amplia obra en la que aborda diferentes disciplinas y temáticas. De su obra destacan los libros "Fragmentos del asombro", Minas y teodolitos, Huellas de Salamandra y Efímero lloré mi fe, una compilación de 26 mil 162 palíndromos que lo consolidó como el principal expositor en la materia.

En la conferencia Prado Galán compartió su análisis de la obra del escritor y jesuita español Baltasar Gracián y Morales (1601 - 1658).Particularmente, se centró en "El Criticón", una novela publicada en tres partes, todas en años nones: 1651, 1653 y 1657; considerada la obra maestra de Gracián y una de las cumbres de la narrativa filosófica española, al lado de grandes obras literarias como el Quijote y La Celestina.

Las tres partes de "El Criticón" constituyen una extensa novela alegórica de carácter filosófico, es valorada como la obra cumbre del conceptismo barroco español, una amplia visión alegórica de la vida humana en forma novelada. Con dos protagonistas, Andrenio y Critilo, que son una "combinación diabólica entre la razón y el espíritu", a decir por el conferencista.

Recomendó, además, esta obra para "iniciados" con toda la consideración que debe tener un clásico: "cuando te acercas a un clásico ya sabes que vas a leer".

Para dimensionar la magnitud de "El Criticón", el palindromista mexicano recordó que es una de las obras de lengua española más traducidas; superada solo por el Quijote y Cien años de soledad. Una de sus múltiples traducciones fue realizada por el filósofo alemán Arthur Schopenhauer, quien se refirió a la obra en alguna ocasión como "uno de los mejores libros del mundo".

Hacia el cierre de la exposición, se compartió los atajos del saber según Gracián: para ser sabio hay que viajar, hay que conversar,hay que leermucho y hay que ser discípulode los mejoresmaestros.

En el espacio de preguntas, se abordó la personalidad considerada "problemática" del jesuita, quien fuera un genio de la literatura universal, y en opinión de Gilberto Prado Galán había un recelo hacia él. Para finalizar, el palindromistareiteró la invitación a leer las obras del jesuita.