"La emergencia sanitaria nos obligó a hacer una ruptura abrupta y mover la mirada, no sólo en el sentido simbólico, sino de manera real", reflexiona la Maestra Laura Villanueva Franco, quien imparte el Taller de Servicio Social.
En un ejercicio por recuperar diferentes experiencias de los y las docentes acerca de su práctica a la que obligó la contingencia, maestros y maestras de áreas de la Dirección Integración Comunitaria nos comparten su testimonio de lo que esta experiencia les deja al ser asignaturas que especialmente están orientadas a la formación integral de nuestros estudiantes, materias a través de las cuáles la Ibero León, busca imprimir su sello distintivo como institución perteneciente a la Compañía de Jesús.
"Las emociones y el encuentro son parte muy importante, pensarlo fuera del entorno presencial fue un reto", continúa la Mtra. Laura y agradece que la emergencia sanitaria haya vuelto evidentes nuevos aprendizajes sobre su docencia
"Se acompaña más allá del espacio físico, el acompañamiento es disponibilidad". Se aseguró de estar siempre presente, al alcance de sus alumnos para la resolución de dudas.
Acompañar es dejarse interpelar por la realidad. "En nuestras generaciones no tenemos antecedente de una situación similar, se modificó todo a nuestro alrededor. Había que abrir una nueva ventana para mirar". La académica y sus estudiantes hicieron uso de los recursos a su alcance para la comunicación a distancia: Moodle Institucional, videollamadas.
Acompañar con faro. "…La autoexigencia en no perder el sentido del taller: que los estudiantes compartieran su acercamiento a las personas vulnerables, lo que en ellos despertaba, sentimientos y reflexiones con las herramientas virtuales que teníamos para ello".
La maestra Villanueva nos invita a recordar las palabras del P. Adolfo Nicolás, fallecido hace apenas unos días, ¿Cómo nos desafía este nuevo contexto a redireccionar la misión de la educación superior jesuita?, en ese entonces durante su visita al ITESO hace 10 años, nos proponía explorar por la profundidad del pensamiento y a imaginación; redescubrir la "universalidad" el compromiso de las universidades jesuitas con el apostolado intelectual. [1]
La profesora considera que "quizá hoy esas tres coordenadas de ruta puedan permitirnos caminar a nuevos horizontes".
Más testimonios
"El sentido del Taller de Servicio Social es posibilitar un diálogo reflexivo que acompañe y aporte a la experiencia que el estudiante tiene en su proyecto de Servicio Social… La contingencia llegó un día y lo cambió por completo". Explica la maestra Ligia Gómez.
"De lo encontrado, me da mucho gusto recordar algunos momentos, de esos que se logró estar cerca. La creatividad y honestidad de integrantes del grupo, permitieron seguir construyendo, motivaron a sus pares a ver posibilidades. Aún con lo complicado de la distancia, se logró con lo que había a la mano, elaborar propuestas, repensar la profesión, verse como actores posibles de estrategias. No siempre tuvieron la suficiente interlocución con las Instituciones, pero se permitieron intercambiar otras posibles maneras de aportar".
Ana Afani, maestra del Taller de Servicio Social, rescata entre lo más valioso el intercambio de estrategias, de planeaciones entre académicos "nos retroalimentamos y ayudamos entre todos". Se valió de actividades variadas con el fin de hacer atractivas las clases y buscar cumplir con el objetivo: análisis de películas, video-presentaciones y foros con el fin de generar interacción. "Tarea muy rica que me dejó ver lo mucho que ganamos, aprendimos y crecimos como personas cada uno".
Con treinta y tres años de experiencia en las aulas, la maestra Luz Laura Valtierra supo hacer frente a las circunstancias, segura de las bondades de tener clases presenciales (ver de cerca expresiones, reacciones a los temas, provocar la integración del grupo, etc.), sabe que es momento de atender el desafío, ajustar estrategias de enseñanza, recursos tecnológicos. Sin reservas, confiesa lo difícil que le ha resultado, pero ha entregado su máximo esfuerzo de la mano de sus estudiantes.
La curva de aprendizaje, coincide el maestro Sergio Miranda, ha sido definitivo en su caso, ha rediseñado sus cursos, invirtió tiempo y esfuerzo en la implementación de herramientas digitales. Como académico del Centro de Formación Humanista de la Ibero, promovió actividades que cumplieran con el objetivo del Área de Reflexión Universitaria ARU "formar un perfil particular, una formación integral humanista que vaya más allá de la formación disciplinar y que integre las dimensiones de la persona". La educación remota, no ha sido obstáculo para él y sus alumnos.
Eduardo Alfonso Luna, profesor de Educación Artística con enfoque en música, también del ARU, destaca: "yo creo que fue complicado para todos, pero nos enfocamos a seguir el temario, las actividades propuestas… Lo más importante fue la retroalimentación, lo más clara y precisa posible para que se cumpla el propósito".
Sin ninguna práctica de clases en línea la maestra María Teresa Caballero Liceaga, comparte que a medida que fue avanzando "me di cuenta que las clases en línea son prácticas, pero a la vez muy laboriosas, ya que el trabajo de cada estudiante es personalizado y su revisión y seguimiento es igual". Estuvo en contacto por varios medios virtuales, para dar seguimiento y retroalimentación.
"En este momento la educación en línea es un aspecto fundamental en el aprendizaje y un desafío para nosotros como docentes. Reconozco que fue un reto para mí el poder salir adelante con tres materias del Servicio Social para propiciar el aprendizaje de nuevos conocimientos".
Las clases de deportes no han sido la excepción, el ingenio saltó a la cancha. Se espera a que termine la contingencia para retomar la práctica, mientras tanto sus "profes" acompañan, guían de manera remota a los estudiantes con programas de entrenamiento en casa. "Busqué tenerlos "ocupados" pero a la vez contentos con temas ligados al futbol, … les puse una batería de ejercicios con un balón de futbol sencillos y a la vez divertidos que podrían realizar en sus casas utilizando sillas, cajas, etc. tenían que superar "retos", su reacción fue positiva y gratificante", comparte el maestro de soccer Jonei de Barros Colli.
Además de actualizar rutinas de Zumba, la instructora Alejandra Mejía también se actualizó en los recursos tecnológicos, "se nos ha pedido innovar en el proceso de enseñanza-aprendizaje". El Centro de Deportes lleva a través de un canal de Youtube las distintas disciplinas que ofrece a la comunidad universitaria.
Jorge Alejandro Medrano Díaz, imparte voleibol de playa y la contingencia abrió la posibilidad de redireccionar los esfuerzos, "el enfoque que le di a la materia en las últimas semanas del curso fue completamente a la parte teórica del deporte, en especial al reglamento, videos de partidos profesionales y principios del entrenamiento. La respuesta por parte de los alumnos fue muy buena, segura". Como estratega de la cancha el profesor supo encausar y sacar provecho en la adversidad.
Desde la Dirección General de Integración Comunitaria, a través de los Centros de Formación Humanista, Formación y Acción Social, Ignaciano de Desarrollo Estudiantil, Deportes, y Cultura, la Universidad cuenta con un equipo de profesionales comprometidos desde su vocación docente con la formación integral de calidad de nuestras y nuestros estudiantes, para que sean hombres y mujeres para y con los demás, y este periodo de verano 2020, no es la excepción.