Con una mirada y reconocimiento a la obra de la poeta y novelista Dulce María Loynaz, la universidad Iberoamericana León inició el ciclo de charlas con el escritor y palindromista mexicano Gilberto Prado Galán*.
Como parte de las actividades impulsadas por la biblioteca Jorge Vértiz Campero S.J. con el fin de promover la lectura desde nuestras casas, inició la serie de tres viodeoconferencias en las que Prado Galán nos compartirá su sentir, su lectura, sus experiencias en torno a los escritores: Miguel de Unamuno, Pablo Neruda y Dulce María Loynaz.
La Dama de América
Dulce María Loynaz, nació y murió en Cuba, hija de del general del Ejército Libertador Enrique Loynaz y del Castillo, autor de la letra del Himno Invasor,"quizá una de las características de ella y su obra es la admiración, idolatría hacia su padre", contextualizó Prado Galán.
Su primera publicación fue en 1920, en el diario La Nación, después vinieron sus primeros libros. Escribió la novela lírica "Jardín" y la catapultó a la fama literaria, primero tuvo reticencia a publicarla pero una amiga la animó y finalmente lo hizo en 1951 en España con la editorial Aguilar".
Se le conoce como La Dama de América "una mujer aristocrática, elegante y paradójicamente sencilla", y ése es el título del libro dedicado a su vida y obra, escrito por Alejandro González Acosta.
González Acosta dice que para él, la poesía de Dulce María "es de encaje fino y de cuerda marinera"; fue éste escritor cubano quien acercó, recomendó a Gilberto Prado la lectura de la obra de Loynaz.
Loynaz conquistó el Premio Miguel de Cervantes en 1992, el galardón más importante del idioma español. El palindromista compartió versos de la cubana:
Canto a la mujer estéril
"Madre imposible: pozo cegado, ánfora rota, catedral sumergida…
Agua arriba de ti... Y sal. Y la remota
luz del sol que no llega a alcanzarte: La vida
de tu pecho no pasa; en ti choca y rebota
la Vida y se va luego desviada, perdida,
hacia un lado —hacia un lado...—
¿Hacia dónde?...
Con estos versos nos damos cuenta de la garra lírica, de la intensidad de la metáfora, del jardín metafórico que tiene Dulce María, expresó Prado Galán.
Si me quieres, quiéreme entera
Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra…
si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
quiéreme día,
quiéreme noche…
¡Y madrugada en la ventana abierta!
Si me quieres, no me recortes:
¡quiéreme toda… o no me quieras!
Dulce María es una de las principales poetas del siglo pasado, el escritor Prado Galán considera que uno de los principales rasgos de su poesía es que "manejó muchísimos rasgos métricos".
Fue una incansable viajera. En la década de los 30 su casa en La Habana comenzó a convertirse en centro de la vida cultural de su ciudad, acogió a las llamadas "juevinas", tertulias literarias en las que participaban Federico García Lorca, Gabriela Mistral, Alejo Carpentier…
Participantes de la charla señalaron su narrativa de fantasmas y tragedia, de abandono, en lo que Gilberto Prado Galán coincidió, "sí, tenía ese álter ego de los fantasmas que pueblan esa casona, si hay esa vena hinchada de la fantasmagoría y de los otros".
Respecto a la escuela que pudo formar, consideró que Dulce María Loynaz debe tener seguidores, pero aunque quieran escribir como ella, seguir sus pistas, huellas, sus pasos, su carisma … no podrían.
Para concluir se invitó a la próxima video charla, bautizadas ya como "juevinas" en alusión a los encuentros organizados por Loynaz. La próxima, será este jueves 4 de junio, Gilberto Prado nos hablará de la obra y vida de Miguel de Unamuno.