En el marco de los Diálogos de Filosofía en la Ibero, Transitar por el pensamiento, el Dr. Javier Prado Galán presentó las "Estrategias fatales" del sociólogo Jean Baudrillard.
Jean Baudrillard (Francia 1929–2007) basó su obra en el pensamiento de los filósofos Roland Barthes (experto en semiótica) y Lous Althusser, así como el estructuralismo lingüístico de Ferdinand de Saussure. Se le puede clasificar como posmoderno y posestructuralista.
Baudrillard centró su investigación en los medios de comunicación como manipuladores de información –tema abordado en libro El Simulacro-, y en "la cultura virtual como concreción de un mundo hiperreal en que los sujetos pasan a ser objetos".
"Él se refirió a la Batalla del Golfo como una mentira, un montaje de los mass-media. Sus reflexiones insistían recurrentemente en la manipulación, la hiperrealidad y el asesinato de la realidad" explicó Javier Prado S.J.
El doctor Prado Galán explicó el pensamiento del francés con siete de sus ideas:
La primera, la preeminencia del objeto: Desde tiempos de Kant, se acostumbraba decir que es el sujeto quien domina al objeto, ésa es la noción de modernidad, es decir: el control del objeto por parte del sujeto, pero Baudrillard rompe con ese esquema señalando que la postmodernidad es la era del objeto, su supremacía sobre el sujeto, acompañando la supremacía de la fatalidad ya que no hay forma de deslindar al objeto del destino.
La segunda, la disolución de los valores: contrario a la trasmutación de los valores planteada por Nietzsche, Baudrillard afirmó que el problema no es la disolución de valores, sino de las formas.
El asesinato de la realidad: El poeta Arthur Rimbaud en su libro una Temporada en el Infierno decía "nosotros ya no estamos en el mundo, estamos en el otro mundo, el mundo del simulacro"; para Baudrillard, el trabajo de la Pantalla Total es "asesinar" a la realidad: lo hiperreal.
Lo singular frente a lo mundial: La situación que está ocurriendo en el planeta se puede entender por 3 elementos: la mundialización – que se da en las técnicas, en el mercado, en el turismo, en la información-, la universalidad – los valores, los derechos humanos, las libertades, la cultura, la democracia- y la singularidad de las formas – las lenguas, las culturas, los individuos, los caracteres, pero también el azar, el accidente etc-.
Consideró que frente al inminente triunfo de la mundialización y extinción de la universalidad, la solución es enfrentar lo mundial con lo singular (local).
Otra idea de Baudillard es la defensa del otro: La sociedad tiende a neutralizar la alteridad, entendida ésta como el otro, el extraño; el sociólogo no lo plantea como el prójimo, sino como alguien misterioso, inalcanzable, secreto… etc.
¿Cuál sería el opuesto de la alteridad? La diferencia que tiene que ver con el diálogo, con la comunicación, la proximidad, con ser hermanos… y Braudillard lo ve mal, para él lo importante es la alteridad, explicó el doctor Prado.
El teorema de la parte maldita: La idea pertenece al libro La transparencia del Mal. Este teorema dice: Todo lo que expurga su parte maldita afirma su propia muerte. Es decir, habrá que vivir con esta costra maldita. Esta idea del mal no es moral, es un principio de desequilibrio y de vértigo.
"Todos los seres humanos tenemos el afán de la pureza y el sociólogo francés dice, ese es un grave error, este teorema plantea que si tu extraes tu parte maldita te vas a morir, no te queda de otra que morir con todo lo malo que tenemos alrededor".
Finalmente, el crimen perfecto. En este apartado, planteó que hoy todo el mundo está inmerso en reivindicaciones victimistas. Todo el mundo es a la vez víctima y cómplice pero no hay homicidas, "solemos echarle la culpa a alguien más, lo cual es un error y realmente solo tenemos el crimen perfecto, lo social perfecto es donde sólo tenemos excluidos, pero eso significa que al final lo que triunfará es la irreconciliación", concluyó.