La Doctora en Educación, María Susana Cuevas de la Garza, asume la titularidad de la Procuraduría de Derechos Universitarios de la Iberoamericana León, como un reto, con la oportunidad de ayudar a la comunidad universitaria.
"La gente va a depositar en mí su confianza en primer lugar y es una oportunidad para ayudar a las personas en concreto, en problemas concretos", destaca la Procuradora.
Con 24 años de trayectoria en esta casa de estudios, la doctora recibe el encargo que considera también "un reconocimiento de que conozco la universidad bien y es una oportunidad de ver la universidad desde otro punto de vista, no sólo desde el ámbito académico y de investigación, sino también desde las relaciones personales, la aplicación de normas".
La Procuraduría de Derechos Universitarios es un órgano autónomo e independiente creado por el Senado Universitario de la Ibero León. Brinda asesoría sobre la interpretación y alcances de la normativa emanada del Estatuto Orgánico de la Ibero León, e interviene en aquellos casos en los que se considere que algún derecho universitario no ha sido respetado.
La procuradora Susana Cuevas explica las tres áreas de trabajo de la instancia a su cargo:
· Difundir una cultura de respeto a los derechos universitarios.
· Atención y orientación en la aplicación de la normatividad institucional, a cualquier persona de la comunidad universitaria.
· Atender quejas específicas sobre la violación de los derechos universitarios (en los ámbitos académicos, administrativos y de servicios).
Nuestro rector, el Mtro. Felipe Espinosa Torres es la autoridad responsable de presentar una terna al Senado Universitario de la Ibero León; y éste finalmente es quien elige la persona que ocupará el encargo por los próximos tres años.
La doctora María Susana Cuevas, se desempeña en la universidad como coordinadora del Doctorado Interinstitucional en Educación, y como investigadora en el Departamento de Ciencias Sociales y Humanidades, donde coordina una investigación del Sistema Universitario Jesuita. Actividades que mantendrá y compaginará con su nueva responsabilidad en la Procuraduría de Derechos Universitarios.
En esta última función, depende directamente del rector, "… y soy independiente de cualquier instancia o autoridad porque el procurador debe tener libertad de criterio, libertad de acción y libertad para solicitar la información que se requiera, para atender los casos que se presenten".
Su plan de trabajo lo enfocará sustancialmente a mantener y reforzar la difusión de los reglamentos; necesaria ante la inherente movilidad que vive una casa de estudios en sus alumnos, académicos, directivos y administrativos.
"Toda la normativa está hecha para favorecer el desarrollo de las personas, el desarrollo integral de los alumnos, el clima laboral armónico, la solidaridad, la justicia… y ese espíritu tiene que estar en todas las interpretaciones que hagamos de las reglas".
Visualiza un plan para afianzar este espíritu – de gestión al estilo ignaciano- en los niveles directivos de nuestra universidad, a fin de promover un ambiente laboral y educativo que fortalezca el desarrollo y formación de las personas, "La idea es que se reciban el menor número de quejas, que todo fluya más armonioso" concluyó.