Con el propósito de dar a conocer algunos de los hábitos que favorecen el envejecimiento saludable, se llevó a cabo la conferencia ‘Healthspan: Sinergia entre nutrición y ejercicio’ impartida por la maestra en Nutrición Clínica, Mariana Amor Mendoza, docente la Universidad Iberoamericana León.
La actividad fue organizada por el Departamento de Ciencias de la Salud en el marco de la conmemoración del Día de la Nutrióloga y del Nutriólogo, celebrado en México desde el año 1975 cada 27 de enero por iniciativa de la Asociación Mexicana de Nutriología A.C. (AMENAC).
En la actividad se contó con la participación de la Dra. Eugenia Morales Rivera, directora del Departamento de Ciencias de la Salud; y la Mtra. Mónica Minutti Sánchez Alcocer, coordinadora de la maestría en Nutrición Clínica y presidenta de la Asociación Mexicana de Miembros de Facultades y Escuelas de Nutrición A.C. (AMMFEN).
La maestra Amor Mendoza inició su ponencia preguntando a la audiencia cuántos años quieren vivir. Dijo que las personas suelen contestar que desean vivir la mayor cantidad de años posibles, pero con salud.
“Siempre ha habido una búsqueda del ser humano de tratar de morir joven lo más viejos posibles. Es un hecho que el envejecimiento de la población es un fenómeno que está transformando la sociedad y el mundo”, apuntó la especialista.
Aseguró que se estima que el grupo poblacional mayor de 60 años crezca cada vez más, incluso ahora es más común que las personas sobrepasen los 100 años de edad. Agregó: “En México hay más personas mayores de 60 años que niños menores de 5 años y, sin embargo, nuestro enfoque y la política todavía están hacia los niños y jóvenes; no es que no sean importantes, siempre van a necesitar atención, pero necesitamos voltear a ver el envejecimiento, sus desafíos y necesidades”.
Compartió que el tener una vida más larga no necesariamente significa tener una vida más sana. De ahí que han surgido conceptos como ‘Healthspan’ en relación a la esperanza de vida saludable; es decir, los años de vida que podemos vivir libres de una enfermedad incapacitante.
Aseguró que en México, los principales factores que determinan una esperanza de vida poco saludable, son enfermedades como la diabetes mellitus, cardiopatías sistémicas, enfermedad renal, trastornos sensoriales, enfermedades cardiovasculares y el alzheimer.
El sedentarismo, las dietas hipercalóricas, altas en grasas y el consumo de productos refinados, generan estrés oxidativo. Agregó: “A mayor flexibilidad metabólica, menos riesgo de desarrollar estas enfermedades, y ser activos físicamente expanden nuestra capacidad o flexibilidad metabólica. La dieta para la longevidad saludable junto con el ejercicio físico razonable, logran más en conjunto que por separado; eso es sinergia, cuando dos cosas se unen y lo que logran es mayor de lo que lograrían cada una por separado”.
Zonas Azules, la promesa de una esperanza de vida saludable
Para finalizar la ponencia, la especialista abordó las características poblaciones de las llamadas Zonas Azules, regiones geográficas del mundo donde habitan más personas centenarias.
Compartió que hay nueve hábitos repetitivos en esas zonas, tales como: la actividad física, tener propósitos, la serenidad o el manejo del estrés, comer sin llegar al 100% de la saciedad, tener una dieta basada en plantas, el consumo moderado de alcohol, priorizar a la familia (vínculos familiares estrechos) y pertenecer a un grupo social (tener una tribu colaborativa).
“Cuidar estas nueve características nos permitiría entender el envejecimiento saludable; cómo pasar de ser una orquesta descoordinada con instrumentos desafinados y sin ritmo, a ser una orquesta en donde exista la armonía, en donde la música pueda ser disfrutable. Eso seria el envejecimiento saludable”, concluyó la maestrea Mariana Amor Mendoza.