El ministro en retiro José Ramón Cossío Díaz presentó la conferencia magistral ‘División de poderes: Conflictos y posibilidades en la democracia’, como parte de la Cátedra que lleva su nombre y fue organizada por nuestra Ibero León en conjunto con Ibero Puebla.
El doctor Cossío Díaz planteó, inicialmente, que la división de poderes en México se encuentra en riesgo y tensión. Esa división se ha erosionado, dijo, a partir de las reformas presentadas por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y se han ido constituyendo con el tiempo.
“Lo que estamos viendo es una concentración de funciones en el presidente –y ahora presidenta– de la República, en su administración pública. Todo eso en contraposición a los poderes, incluso Legislativo, independientemente de que Morena y sus aliados tengan la mayoría”.
En cuanto a la reforma a la Guardia Nacional que cambia su adscripción a la Secretaría de la Defensa Nacional, destacó que esto la cambiará a una condición de disciplina militar, a pesar de que la misión de los miembros de las fuerzas armadas y la de las policías es muy diferente.
“Los miembros de los cuerpos de policía detienen personas, pone personas a disposición, revelan delitos; mientras que los miembros de las fuerzas armadas, están entrenados en la letalidad, saben que en caso de participar en una acción armada, un enfrentamiento en el que se están jugando en primerísimo término la vida frente a los adversarios, a partir de ello toman sus decisiones y perspectivas".
Señaló que es aún más grave la modificación al Artículo 129 de la Costitución en relación a que ahora los miembros de las fuerzas armadas pueden hacer cualquier función que esté prevista en la Constitución o en la ley.
“Esto nos está llevando de un proceso de militarización –un incremento de competencias asignadas a los miembros de las fuerzas armadas– a un proceso de militarismo. Entiéndase por militarismo la acumulación de las acciones militares, no de la mera asignación de presupuestos o tareas, sino que se constituye en una cultura donde los valores predominantes de una sociedad son los valores militares”.
Esos valores, dijo, son como la hombría, el patriotismo o la disciplina, asociados a una condicion muy peligrosa porque permite una gran concentración de poder en el comandante supremo o en los comandantes de esas fuerzas armadas.
En relación con la reforma a los órganos autónomos, aseguró que ésta busca reasignar sus funciones o incluso desaparecerlos, a fin de que queden en manos de la administración pública federal. Advirtió que esto obstruirá el acceso a la información pública y la protección de datos personales; con la reforma se volverá a un escenario en el que la administración pública se regula a sí misma.
Finalmente, sobre la reforma judicial, destacó aspectos que deben considerarse como la condición funcional de tantas elecciones, el quebrantamiento de la carrera judicial, la posibilidad de intervención en las elecciones por parte de la delincuencia organizada u otros capitales “y, desde luego, la llegada de personas sin los más mínimos conocimientos técnicos del Derecho”.
También se posibilita una confusión funcional y sustantiva entre juzgadores y juzgadoras y lesgisladores y legisladoras. Así lo ejemplificó: “Si yo soy juez y soy electo,al igual que el diputado, el senador, el gobernador o el presidente de la República, ¿por qué tendria yo que acatar lo que esos funcionarios o servidores públicos pusieron en la ley? ¿Qué me importa lo que pusieron en la ley cuando yo también soy electo, cuando yo también puedo hablar con el pueblo soberano e identificar las determinaciones del pueblo soberano y estoy en posibilidad de actualizar ese electorado que me dio su voto para poder ocupar el cargo?”.
La Cátedra José Ramón Cossío Díaz se desarrolló los días 22 y 23 de octubre, con un programa bajo el tema central ‘División de poderes sistema de contrapesos y órganos autónomos constitucionales: Conflictos y posibilidades en la democracia’, en el que estudiantes y docentes participaron en paneles, cinedebate, mesas de trabajo y más.